Para la delincuencia organizada no hay límites en la imaginación sobre las estrategias para cometer sus fechorías sin ser detectada.
Con solamente una llamada telefónica, un sujeto logró que le recargaran durante 14 veces tres teléfonos celulares.
La empleada de la tienda Extra de las calles Guerrero y París, Liliana Araceli Ceceña Soto, indicó que quien le habló, con acento sureño, le dijo que le daría balazos si no accedía a sus pretensiones.
Junto con las llamadas, tres tipos llegaron a la tienda a comprar refrescos y le dijo que ellos la estaban observando.
La asustada muchacha avisó del suceso al encargado del negocio, Wilfrido Castelo Torres, quien alertó a la Policía sobre la amenaza y comenzaron las investigaciones sobre este delito.
De cualquier modo, se interpondrá una demanda contra quien resulte responsable de las llamadas amenazantes.