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Quizás muy pocos se imaginaron que “de la acostadita”, de la que habló en su tiempo Manlio Fabio Beltrones, entre el PRD y PAN, habrían de “nacer” tres nuevas gubernaturas a favor del PAN (Oaxaca, Puebla y Sinaloa ), pero habría de presentarse también un aborto llamado Fernando Gómez Mont. El “nonato”, cuya presencia se había detectado en el útero del sistema calderonista en noviembre del 2008, luego de la muerte del por esos días secretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño, tuvo que ser extirpado, vía fórceps, con fecha de éste pasado 14 de julio, esto es, seiscientos once días después de su gestación.
Para suceder a Gómez Mont, Calderón viene a echar mano de su cuarto secretario de gobernación al llamar a la segunda oficina mejor posicionada de su gobierno, al bajacaliforniano, José Francisco Blake, hombre que sin duda viene en labor de taponeo para tratar de sacar los tres últimos outs que le quedan al endeble desgobierno del michoacano.
Al igual que Gómez Mont, cuyo único mérito en las esferas políticas era el de haber sido diputado federal hace ya algunos años, José Francisco es un perfecto desconocido en los círculos políticos nacionales y por si fuera poco, tiene en su haber el venir de un estado que, aunque gobernado por el PAN, acaba de perder los cinco únicos municipios con que cuenta Baja California. Además de desconocido, perdedor, pues.
Huelga decir que con Gómez Mont no se cumplió, ni de chiste, lo declarado por Calderón aquel no muy lejano noviembre del 2008 cuando al darle posesión dijo de él que el abogado en cuestión, habría de serle útil a la nación en dos temas; “ para encarar la seguridad del país, los comicios, además de que sostendrá un diálogo permanente con el poder legislativo para concretar distintas reformas”.
A dos años y algunos días de afirmado lo anterior, lo único que queda claro es que la inseguridad en el país va en aumento y no se ve por ningún lado la solución a seguir y por lo que hace al referido diálogo para con el legislativo, pues sencillamente se concluye de la manera más tranquila que éste se le atragantó en la primeras de cambio pues es un hecho que fue el encontronazo con las fracciones del PRI y del mismo PAN quienes propiciaron el aborto que con fecha de este pasado miércoles lo puso por completo fuera del sistema y del primer círculo calderonista.
De su caída se deducen solo dos cosas: se le hizo bolas el affaire de las alianzas que bajo cuerda – supuestamente-- y a espaldas de Calderón y del propio Gómez Mont, habría orquestado César Nava, el líder del PAN y Jesús Ortega, del PRD para ir juntos en las pasadas elecciones y que finalmente descobijó el PRI en voz de Beatriz Paredes y que Manlio calificara de cachondas acostaditas. Ruborizado ante tamaña balconeada y para dejar constancia de que ni estaba de acuerdo con tales alianzas y que desconocía su origen, Gómez Mont presentó su renuncia al PAN, un partido al que supuestamente hacía mucho había dejado de pertenecer.
Del resto de los nombramientos, ni al caso. Al igual que el nuevo jefe de la política interior, Francisco Blake, vienen en simple labor de relevo cuando el manager del equipo se halla con la brújula extraviada, perdiendo el juego con paliza de quince carreras de ventaja y el equipo contrario está a tres outs de la victoria. Por más que el apellido del nuevo secretario de economía resulte una terrible ironía; el tipo se apellida Ferrari y ésta, nuestra economía, viene viajando en vocho desde hace por lo menos, unos diez sexenios. Nomás.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Qué lastima. Ahora que los grandes adelantos tecnológicos nos ofrecen una brillante oportunidad a través del Internet para estar estrechamente ligados al conocimiento (¿qué no queremos saber, para descubrirlo en un simple abrir y cerrar de ojos? ) y qué grado de estupidez, de morbo, el de aquellos que utilizan la velocidad y el adelanto del Internet para dar rienda suelta a su enfermiza afición por “ subir” y difundir escenas por demás trágicas con las que de paso ofendemos la memoria de aquellos de quienes hacemos escarnio y poco, muy poco nos importa el luto y la pena por la que estarán pasando sus deudos.
Yo me pregunto. ¿Qué dirían, que sentirían si las fotos descarnadas que “suben” al Internet, fueran las de sus familiares caídos? No se vale. Vayamos parando esa carnicería que sin duda nos aleja de nuestra condición de seres humanos y digamos no al morbo enfermizo. Vayámonos quedando mejor con aquellos renglones de Federico García Lorca cuando en su poesía, “Cuerpo Presente”, nos recuerda de aquel que ya se ha ido que “¿Qué dicen? Un silencio con hedores reposa. Estamos con un cuerpo presente que se esfuma, con una forma clara que tuvo ruiseñores”.
Claro, a Sergio Vega, a cuyo caso me refiero, es un hombre que le cantó a la vida y a lo más preciado que puede aspirar el hombre; a la mujer. Por qué no recordarlo mejor con lo mejor que nos dio? Mi más profundo respeto a sus familiares y mi abierto desprecio a quienes no respetan el dolor ajeno.
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