Si bien el Valle del Yaqui es el más grande del país, con 220 mil hectáreas abiertas al cultivo, hay orden en la aplicación de agroquímicos, afirmó Rogelio Méndez Ibarra.
El jefe del Distrito de Desarrollo Rural en Cajeme puntualizó que los problemas de malas aplicaciones de plaguicidas son mínimos y se les atiende caso por caso.
Ya no se usan plaguicidas obsoletos o desechados en otras regiones del mundo y los técnicos locales emiten ya recomendaciones sobre los productos caducos o restringidos, puntualizó.
Durante el seminario “Regulación y reducción de riesgos aplicables a la comercialización de plaguicidas agrícolas”, el funcionario expuso que productores, comercializadores, funcionarios y técnicos reciben asistencia técnica permanente.
Este curso, organizado por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), busca fortalecer el conocimiento sobre la normatividad en el uso y aplicación de los plaguicidas, expresó.
De igual forma, dijo, se pretende dar las técnicas y herramientas para el buen uso y manejo de estos productos, así como reducir los riesgos de sus aplicaciones.
Este año, por ejemplo, en el Valle del Yaqui productos como el trigo tenían proyectada al menos una aplicación de plaguicidas durante el ciclo, precisó, pero se llegó sólo al .6, destacó.
Eso demuestra que con orden, con sembrar en las fechas óptimas, hacer caso de las recomendaciones de los técnicos y utilizar un buen paquete tecnológico, aseguró, permiten a los productores gastar menos y proteger más el ambiente.
Durante el seminario, expertos de diversas partes del país expusieron temas como la regulación de plaguicidas, verificación de establecimientos, normatividad ambiental para los comercializadores, transporte, almacenamiento y otros.