A las declaraciones del secretario de salud José Angel Córdova Villalobos y de Francisco Ramírez Acuña, el primero, profetizando que su partido, el PAN, podría perder las próximas elecciones en su estado natal, Guanajuato, y el segundo, aceptando que en las filas del albiazul no hay “ caballada flaca” para las pizcas del 2012, pero sin aportar un solo nombre lo que quiere decir que admite sin conceder que si hay ausencia de briosos corceles, ahora habría que sumar lo dicho ayer por Calderón cuando admite que podría entregar la banda presidencial hasta a un priista.
Aquí se lo anticipamos en los pasados apuntes sin descartar que la referida entrega pudiera ocurrir, también, a favor de López Obrador de insistir Calderón y el IFE en su terca postura de hacer mártir al tabasqueño con eso de suspenderle los spots que actualmente se difunden en televisión a nivel nacional y en las que el peje promociona su ya famoso decálogo político.
No, si ni duda cabe que los orates y los niños dicen la verdad. El primero en predecir que el PAN ya está en etapa de hacer maletas para emigrar de los Pinos fue el locochón de Vicente Fox. Y no sólo eso. Admitió que a la salida de su partido, el PRI habría de regresar para retomar las riendas del país, situación que le valió una fuerte andanada de reproches de parte de sus correligionarios, precisamente ahora que se hallan enfrascados en la tarea de echar de sus filas a uno de sus protegidos, el ex diputado federal y ex dirigente nacional panista, Manuel Espino Barrientos.
En el caso de Ramírez Acuña, hombre que no ha tenido más méritos que el de haber alcanzado la gubernatura de Jalisco y desde ahí, en el “ destapador” oficial de Calderón con rumbo a la presidencia que finalmente ganó el peje pero que no le reconocieron, éste desmiente el término acuñado por el ex gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa, ( + ) cuando al sugerir que no había buenos candidatos a la presidencia de la República, en los tiempos de López Portillo, dijo que la” caballada” estaba muy flaca.
Y tan mal así estaban las cosas que, en efecto, el PRI tuvo que echar mano del más malo de sus candidatos, en este caso, Miguel de la Madrid, a mi juicio y millones de mexicanos, el peor presidente que haya tenido la República en sus 200 años como nación independiente. Y por si hubiera sido poco, todavía hasta nos heredó a Salinas de Gortari como el sucesor de su gris gobierno.
En el caso de “Snoopy”, el secretario de Salud de Calderón, ya le salieron al paso, por sus infortunadas declaraciones el dirigente del PAN guanajuatense, Fernando Torres Graciano y el mismo gobernador, Juan Manuel Oliva, quienes ya le reclamaron su mal proceder, además de que por todos lados ven un PAN fuerte y saludable.
Los que seguramente no podrán decir lo mismo, aunque sea de los dientes para afuera, es en las filas del perredismo nacional a partir de las pedradas de grueso calibre que están utilizando en sus agarres los chuchos ( Jesús Ortega, Jesús Zambrano y Carlos Navarrete ) en contra de López Obrador, a partir del emplazamientopúblico que acaba de hacerles el tabasqueño para que expliquen parte de lo pactado con Calderón, en eso de las alianzas, mismas con las que AMLO no está de acuerdo.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Seguramente que están perdiendo su tiempo aquellos comunicadores convocados por Televisa a través del History Chanel quienes se han dado a la tarea de encontrar, mediante foros y discutidos debates en público, al llamado Gran Mexicano. Ayer, los reflectores estuvieron puestos en el talento de tres grandes mexicanos; dos hombres y una mujer: el poeta y escritor, Octavio Paz, el único mexicano, hasta ahora en haber alcanzado el premio Nobel de literatura, el muralista, Diego Rivera y su compañera de algunos años, la también pintora, Magdalena Carmen Frieda, mejor conocida como Frida Khalo.
Y cuando digo que pierden su tiempo es que asumo que no han pensando, ni por asomo, en aquellos otros mexicanos que difícilmente se apartarían de la memoria del colectivo nacional, de aquí a los próximos 500 años, merced a sus fechorías; qué decir, por ejemplo, de un Gustavo Díaz Ordaz, actor principal de uno de los episodios más negros en la historia política de México, su sucesor, Luis Echeverría Alvarez, enemigo número uno de la ley y agrotitanes del Valle del Yaqui, el ya mencionado, Rubén Figueroa, ex gobernador de Guerrero, el Negro, Arturo Durazo, ex jefe de la policía de la ciudad de México en los tiempos de Jolopo, su compinche y brazo derecho, Francisco Sahagún Baca, más atrás, naturalmente, el pata de palo, Santa Ana, su alteza serenísima a quien debemos el que los gringos nos hayan cercenado mitad del territorio.
Más acá. Qué decir de Joaquín Hernández Galicia, la Quina, su sucesor en la dirigencia del sindicato de Pemex, Carlos Romero Deschamps y en calidad de mien tras nos acordamos de otros, qué decir de Elba Esther Gordillo. Se aceptan sugerencias. Seguramente que cuando el cantante italiano Tiziano Ferro declaró al mundo que las mujeres mexicanas eran de las más feas por ser bigotonas y peludas, ya andaba en sus últimos trámites de sumarse a las filas de Walter Puñal, el astrólogo de las estrellas.
Para los que todavía dudan de las sospechas que arrancó el italiano con su descolchadas afirmaciones, ahí está la auténtica salida del closet que acaba de anunciar el mismo cantante, ante la revista Vanity Fair, el que de paso anticipó en exclusiva que le gustaría mucho enamorarse de un hombre, sin especificar nacionalidad. De modo que, a tomarlo con calma.
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