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Aunque fue su día, la celebración no fue con pastel, piñata o tamales.
Los abuelitos de Obregón se dirigieron a la Comisión Federal de Electricidad y con una protesta exigieron una reducción a las altas tarifas que les cobran.
Encabezadas por Juana Martínez Mátuz, ex candidata a la presidencia municipal de Cajeme, los adultos mayores colocaron pancartas y un módulo de quejas en el edificio central de la paraestatal.
Ahí pidieron que haya reducción de 50% de los cobros para los de la tercera edad porque apenas les alcanza para comer lo que reciben de pensiones.
Hay otros que ni pensiones tienen y en consecuencia deben escoger entre comer o soportar los enormes calores si no paga el recibo que cada vez llega más alto, declaró.
En la mesa instalada en la CFE se han inscrito las quejas no solamente de los abuelitos, enfatizó, sino que decenas de ciudadanos les presentan copias de sus recibos para verificar que se paga demasiado por el servicio.
“Con el recibo de la luz, con la gasolina y con la canasta básica cada vez más caros, estamos manteniendo a una gran cantidad de funcionarios que poco hacen por el bienestar social.
“Si lo que cobran por esos servicios realmente se destinará a mejorar la calidad de vida de las personas, otra cosa sería pero más bien se llevan los recursos a gastos innecesarios”, puntualizó.
Ojalá y la mayor parte de la población se uniera a una lucha como la encabezada por los viejecitos, dijo, los cuales están poniendo la muestra a todos los que por temor, por apatía o por comodidad no han salido a dar la cara para que el gobierno vea que la gente está harta.
