El invierno de 2010-2011 será dominantemente seco, excepto para la costa del Golfo de México y la frontera sur del país, en donde a partir de diciembre se espera un régimen de lluvia normal a por arriba de lo normal.
De acuerdo con el informe a largo plazo de la Comisión Nacional del Agua, este año ha sido considerado atípico en relación a las lluvias, pues sólo durante mayo, junio y agosto se ha presentado una variabilidad climática normal.
Este año, los meses de febrero y julio registraron valores récord de humedad y octubre, según los registros meteorológicos, fue el mes más seco desde 1941.
El pronóstico de la Conagua estableció que este mes se registrarán cinco frentes fríos únicamente y en estos momentos el débil número ocho del año se encuentra sobre el centro de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, pero comenzó a moverse hacia el sureste del país.
Pero en diciembre y enero se presentarán al menos seis frentes fríos cada mes, se indicó, y en febrero comenzarán a decrecer.
Durante este lapso, las temperaturas mínimas dominarán por debajo de la normal en la región norte, noroeste, noreste, mesa del norte, occidente y región centro del país pero recuperarán sus valores normales en enero y febrero.
Entre noviembre y diciembre, se indicó, los descensos de temperatura de hasta dos y tres grados centígrados por debajo de lo normal, se darán en las zonas altas limítrofes de los estados de Chihuahua, Sinaloa y Durango, lo cual puede afectar en parte a Sonora.
En enero y febrero del 2011 se prevé una rápida recuperación de temperaturas mínimas en gran parte del territorio nacional.
“La Niña”
Por otro lado, el actual fenómeno de La Niña estaría entre moderado y fuerte y se prolongaría al menos hasta el primer trimestre de 2011, según datos de la Organización Meteorológica Mundial.
La Niña se caracteriza por temperaturas oceánicas inusualmente frías en la parte central y oriental del pacífico tropical, mientras que un episodio de El Niño se caracteriza por temperaturas anormalmente cálidas en la misma región.
Incluso en esta temporada se atribuye a su presencia la desaparición de la sardina y en consecuencia del calamar gigante en la zona pesquera de la región.
Estos fenómenos pueden llegar a durar hasta 12 meses o más y alterar el régimen habitual de las precipitaciones y la circulación atmosférica de las latitudes tropicales, así como tener repercusiones generalizadas en el clima de muchas partes del mundo.
La Niña apareció hacia junio y julio de este año, después de que en abril se disipara El Niño.