|
Entre asesinados y “levantados” se integra una larga lista de víctimas, muchas de ellas inocentes. Mencionamos aquí solo los tres casos que más impactaron en la opinión pública.
El 2 de marzo los dirigentes del Sistema de Transporte Urbano vida Javier Meza Soto, Alejandro Méndez Domínguez y Humberto Aispuro Rodelo fueron perseguidos y asesinaddos por un grupo de sicarios en Vícam.
En un principio se dijo que Jesús Armando Contreras García había resultado herido pero posteriormente se comprobó que logró escapar de la agresión y ponerse a salvo.
El 7 de julio el comandante de la policía municipal Rafael Omar Vergara Mexía es asesinado por desconocidos en la calle 300.
Tres días después el agente de la PEI Octavio Serrano Bringas es acribillado a unos metros del edificio del Poder Judicial, en las calles Yaqui y Jalisco.
El 25 de julio acribillan a Marcelino Martínez García, vecino de Esperanza, al parecer porque fue testigo involuntario de otro crimen.
El 27 del mismo mes el cantante fue asesinado cuando viajaba por la carretera Internacional a unos metros de la caseta de San Miguel, cerca de Los Mochis.
En 2010 fueron ejecutados también tres hombres asesinados en un rancho de Cócorit (23 de septiembre), Claudia Meza Parra (28 de julio), el abogado Trinidad Arteaga (31 de julio), Heriberto Sotelo Palma en la colonia Hacienda Real (14 de febrero), José Luis Morales García en la colonia Cajeme (4 de abril).
Otras ejecuciones atribuidas a enfrentamientos entre grupos delictivos fueron la de Antelmo Cruz Aragón (13 de febrero) en la colonia Nuevo Amanecer; la del agricultor Jorge Nexther Scherb en el Valle del Yaqui (24 de mayo); la de José María Cazares Borbón en la colonia Miravalle (7 de agosto).
A pesar de tantos crímenes la sociedad cajemense no dejó de conmoverse por la muerte de José María Valenzuela Sombra, un joven que supuestamente murió por causas naturales en una celda municipal el pasad 17 de noviembre, después de haber sido arrestado y golpeado por agentes de la corporación policiaca.
