MADRID.- Los primeros documentos sobre México de Wikileaks, difundidos en España por el periódico El País, revelan que el gobierno mexicano admite que, en la lucha contra el narcotráfico, ha perdido el control de ciertas zonas del país.
Los primeros cables diplomáticos del Departamento de Estado conocidos hoy señalan que el presidente Felipe Calderón, la Secretaría de Gobernación o la Procuraduría General de la República (PGR), aprovechan cualquier reunión con las autoridades de Estados Unidos para insistirles en su petición de ayuda tecnológica y de formación, dice la información.
“A veces hasta de manera angustiosa”, dicen los cables diplomáticos estadounidenses que han asistido a esos encuentros.
“Según se recoge en el cable 228419, que detalla una reunión mantenido con altos funcionarios de la Fiscalía General de EEUU, el entonces subsecretario de Gobernación, Jerónimo Gutiérrez, reconoce: ‘Tenemos 18 meses, y si no conseguimos un éxito tangible que sea reconocible por los mexicanos, será difícil aguantar la confrontación en la próxima administración’”.
La fecha de esa reunión, dice El País, fue el 5 de octubre de 2009, hace casi 15 meses, no obstante, el matutino español apostilla que “la situación de violencia en México, lejos de mejorar, empeora”.
En dicha reunión con los diplomáticos estadounidenses, el entonces subsecretario Gutiérrez llega a dar a entender que “le gobierno mexicano ya ha perdido el control sobre ciertas zonas del país”, un reconocimiento en privado que contrasta sobremanera con el discurso repetido por el presidente Felipe Calderón, quien habla de grandes logros de su administración en la lucha contra el narcotráfico.
“Gutiérrez fue más allá al decir que, sin embargo, se ha dado cuenta de que ya ni siquiera hay tiempo para afianzar la preparación de las instituciones en los años que restan a la administración de Calderón (2012)”.
El diplomático mexicano lamentó el miedo que tiene gran parte de la sociedad mexicana, incluso la gente en Yucatán, que el estadounidense compara con “niveles europeos de seguridad”, porque tienen miedo a causa de la inestabilidad en otras ciudades.
Sobre esa preocupación, señala: “Está dañando la reputación internacional de México, hiriendo las inversiones extranjeras, y llevando a una sensación de gobierno impotente”.
Los cables liberados esta noche –hora española—por El País también se refieren a que desde Estados Unidos, la preocupación ante la situación que vive México “va en aumento”.
El cruce de cables entre el Departamento de Estado y su embajada en México es incesante. En el cable 238295, Hillary Clinton pide a sus diplomáticos en el Distrito Federal que le expliquen de qué forma le están afectando al presidente Calderón en su personalidad y en su forma de gobernar las noticias adversas:
La guerra contra el narcotráfico, la caída de la economía y los malos resultados de su partido en las elecciones intermedias. ¿Qué tipo de gobernante es Calderón?, pregunta Clinton.
Las respuestas diplomáticas desde México también acusan su preocupación. En el cable 231890, de fecha 28 de octubre de 2009, se refiere que el jefe del Ejército, el general Guillermo Galván, plantea el establecimiento de un estado de excepción en algunas zonas del país, invocando el artículo 29 de la Constitución mexicana, a lo que se opone el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, que pensaba distinto.
La embajada de Estados Unidos estima que los beneficios son inciertos y los costos políticos, altos, y no cree por tanto que la iniciativa del militar prospere, como así sucedió.
El cable 231175 recoge otro encuentro entre el presidente Calderón y Dennos Blair, director nacional de Inteligencia, donde el mandatario traslada su preocupación por la intromisión del presidente venezolano Hugo Chávez tanto en México como en toda Latinoamérica.
No descarta que fuera él quien financió la campaña del izquierdista PRD durante las elecciones presidenciales de 2006 y se mostró especialmente preocupado por las relaciones entre Venezuela e Irán.
“La creciente influencia de Irán en Latinoamérica debería preocupar a Estados Unidos”, le dice.
El periódico El País es uno de los cinco medios internacionales que han tenido acceso a los documentos del Departamento de Estado, en poder de Wikileaks, y que han empezado a ser difundidos desde el mismo domingo por la noche.