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Este jueves Ciudad Obregón fue presa de una sicosis colectiva generada por una llamada telefónica en la que se advirtió sobre la posible incursión de grupos armados que dispararían ráfagas sobre centros escolares.
El rumor se propagó de inmediato y a varios planteles escolares empezaron a llegar los asustados padres y madres de familia para recoger a sus hijos.
Nadie identifcó el origen de las llamadas y nadie se preocupó por averiguar la veracidad del rumor, pero éste siguió creciendo en forma acelerada y en menos de una hora era comentado en toda la ciudad.
Se daban versiones como la que mencionaba una narcomanta en la que se había planteado la amenaza del ataque, otros comentaban que ya había hasta 12 niños acribillados y eran comunes los llamados a encerrarse en casa y esperara a que regresara la calma.
Ante el pánico colectivo, las autoridades policiacas del Estado y el Municipio, además de elementos del Ejército acudieron a los planteles donde estaban los puntos críticos, pero en las calles aledañas todo transcurría normalmente, en orden y la gente dedicada a sus labores cotidianas.
Al filo del mediodía tanto el alcalde Manuel Barro Borgaro como el delegado de la Secretaría de Educación, Luis Antonio Miranda Corral, reiteraron que en los planteles todo estaba en orden y que el rumor era sólo producto de una broma cuyo autor no fue identificado.
Miranda explicó que para evitar más angustiaa de los padres, se giró la orden a maestros y directores de escuela, sobre todo las de nivel preescolar y primaria, para que entregaran a los niños cuyos padres los requirieran. Aun cuando se sabía que todo era un falso rumor.
En escuelas como la "Luis Encinas", donde se dijo que descubrieron una narcomante, versión falsa también, en el Colegio de la Veracruz y en cuatro planteles más la situación
En la escuela primaria Ejército Nacional, de la colonia Valle Dorado, padres de familia y autoridades del plantel evacuaron en pocos minutos a la gran mayoría de los alumnos.
La llamada se recibió antes de las once de la mañana y a esa hora, cuando concluye el recreo, ya estaban los atemorizados padres y madres esperando a sus hijos, señaló el profesor Hermilo Arellanes García, director del plantel.
"Nadie sabe quién recibió la llamada anónima, pero el rumor corrió pronto y tuvimos que comunicarnos con la USI para recibir instrucciones sobre qué hacer", añadió.
En pocos minutos la escuela se quedó sola, llegaron unidades de policía a patrullar el área y a eso del mediodía se observaba completa calma en el plantel y sus alrededores.
