Un exhorto a 10 empresas distribuidoras de maíz para que no fomenten la especulación que pudiera impactar en el precio de la tortilla, realizó la Sub delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor.
El titular de la oficina en el Sur de Sonora, Gabriel Ochoa Jara, señaló que la decisión se tomó luego de platicar con grupo de tortilleros, quienes se quejaron de que sin justificación de por medio, la tonelada de maíz había subido de precio.
Algunos industriales denunciaron que la tonelada subió de 4 mil 200 hasta 6 mil pesos, agregó, lo cual al final viene a impactar en el precio de la tortilla, pues si suben los insumos, el aumento siempre recae en el consumidor.
Comentó que al menos en Cajeme no se reportan aumentos altos en el kilo de la tortilla, aún con todo lo que se ha tratado de especular con el producto y se sitúa entre los 10 y 13 pesos por kilo, tal como reportó el último monitoreo de diciembre.
Si bien la Profeco no tiene facultad para intervenir en el control de precios, ya que la tortilla se rige por el libre mercado, se vigilan el proceso de la cadena comercial para evitar la especulación que afecte al consumidor.
“Lo que sí nos toca es vigilar que la tortillería dé al consumidor el peso exacto por lo que paga y que las básculas funcionen correctamente, además de que los precios están siempre a la vista”, abundó.
Ochoa Jara advirtió que tanto los tortilleros como distribuidores que no acaten la Ley Federal de Protección al Consumidor, podrían ser sancionados por una multa económica que va de los 400 a los 12 mil pesos.