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Hace unos días al morir dos hombres "ejecutados" en la colonia 410 de esta ciudad, los agentes de Seguridad Pública municipal realizaron un operativo para acordonar el área donde se encontraban los cadáveres.
Fueron los primeros en llegar, y a los pocos minutos arribaron al lugar elementos de la Polilcía Estatal Investigadora (PEI) que sin muchos miramientos ordenaron a los municipales retirarse del lugar para quedarse ellos, los PEIs, a cargo del operativo.
De acuerdo con reporteros que cubrían la noticia, no era la primera vez que elementos de ambas corporaciones mostraban un recelo mutuo, más de competencia que de colaboración.
Pero esta actitud, dicen los reporteros, es sólo un reflejo de las diferencias cada vez más evidentes entre los jefes de ambas corporaciones, el procurador Abel Murrieta Gutiérrez y el secretario de Seguridad Pública, Víctor Landeros Arvizu.
Esa diferencia se hizo pública esta semana tras las quejas de Landeros por las acciones que realiza la PEI en Cajeme sin tomar en cuenta a la autoridad municipal.
La PEI en Cajeme se va por la libre, diría Landeros en obvia referencia al ninguneo de que son objeto los municipales.
Detrás existen otras experiencias poco amistosas, como el proceso que la Procuraduría del Estado entabló contra dos agentes municipales por investigar y resolver un robo; el argumento fue que se habian atribuciones reservadas a la instancia estatal.
Ahora, el procurador Abel Murrieta se refirió a las quejas de Landeros por el ninguneo de su corporación:
"Que se dedique a lo suyo, hay muchas cosas difíciles en Obregón. Ojalá nos pueda ayudar a poner orden ahí”.
Ante medios de Hermosillo, Murrieta afirmó no tener "problemas con nadie, yo me dedico a trabajar y si lo tengo que hacer solo lo hago solo; si lo hago acompañado me coordino con todo mundo, ejército, federales, marina”.
Aludió también a las diferencias que ha tenido Seguridad Pública de Cajeme con otras corporaciones:
"Los problemas no se dan sólo con la policía estatal; curiosamente se dieron también con el Ejército y otras corporaciones; no tengo ningún reporte de falta de coordinación, pero tengo mis razones para trabajar solo en Obregón, sin la municipal”.
Éste, dicen los enterados reporteros policiacos, será sólo un episodio del pleito soterrado entre el Procurador y el jefe de la policía municipal.
Pleito que se evidencia precisamente en el momento cuando Cajeme sufre la peor crisis de violencia en su historia.
