Las heladas que se registraron a principios de febrero en el Sur de Sonora agravó la situación vulnerable en la que vive la población de la zona rural del Mayo, alertó el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
Esta conclusión preeliminar se desprende del diagnóstico que realiza la doctora Diana Luque, investigadora de la Coordinación de Desarrollo Regional del CIAD y responsable del Proyecto EDESPIS, Capítulo Territorio y Recursos Naturales.
Del 17 al 21 de febrero el grupo de investigadores visitó localidades de 21 núcleos agrarios de la región, en su mayoría ejidos, donde fueron testigos de la alta vulnerabilidad en la que sobrevive este sector de la población sonorense.
El estudio expone que: “Las heladas vienen a agravar la situación de los jornaleros Mayos ya que la agricultura de autosubsistencia ha desaparecido y la práctica de la ‘pepena’ que les permitía llevarse las sobras de las cosechas, tiende a disminuir severamente.
“Tampoco se pueden apoyar en la agricultura de temporal pues ya es mínima y actualmente está gravemente afectada por la sequía que lleva al menos dos años. Algunos habían logrado colocarse en las maquiladoras cercanas, pero perdieron sus trabajos en la crisis del 2009”.
Asimismo, los investigadores recomiendan que para una mejor distribución de los apoyos que entregan los gobiernos federal y estatal, es necesario que sean supervisados por instituciones como la Comisión de Desarrollo Indígena (CDI) y la Comisión de Atención a los Pueblos Indígenas de Sonora (CAPIS).