Se trata de mujeres que en su mayoría, son jefas de familia, son padre y madre en su hogar y que diariamente además de su jornada oficial de trabajo, recurren a las horas extras que les permitan obtener un ingreso mayor semanal.
Tal es el caso de Aurora Zapién Parra, quien desde hace cinco años trabaja en una maquiladora como costurera y con el sueldo de 900 pesos que percibe a la semana, debe mantener a sus tres hijas de 16, 13 y 3 años.
Ese es el sueldo que consta en el recibo de Aurora, menos los descuentos de la caja de ahorro y los constantes préstamos que le solicita a la empresa cuando no encuentra salida a tanto gasto que debe cubrir ella sola y al final, son 400 pesos los que le quedan libres de su “raya”.
Así como Aurora, hay cientos de mujeres en Cajeme que se despiertan a las cuatro de la mañana para dejar todo listo en casa y llegar a tiempo a las 6:30 y trabajar hasta las 16:06 de la tarde, además de las horas extras por lo que hay días en los que salen hasta las ocho de la noche.
“Yo aquí estoy a gusto, gano poco pero cuando necesito me prestan dinero, tengo seguro, es un trabajo estable, unas por otras tenemos que aguantar”, expresó la madre jefa de familia.
La misma situación vive Judith Borboa Núñez, quien 8 años de los 29 que tiene, los ha dedicado a laborar en una maquiladora del Parque Industrial de Ciudad Obregón y aunque es madre soltera de un solo niño, los 800 pesos que gana a la semana no son suficientes.
“Hay días como en tiempo de frío que llego y aún no aclara, esta oscuro (6:30 de la mañana) y salgo igual oscuro, a las diez de la noche, pero aquí estamos, trabajando”, manifestó la joven madre.