A ser una buena ama de casa se dedicó María Elena Reyes Gutiérrez las últimas décadas y le sobraba en qué entretenerse, hasta que sus hijos se casaron y ella y su esposo se quedaron solos en casa.
Fue entonces que los días se le empezaron a hacer más largos y se sentía menos útil, hasta que decidió unirse al club de abuelos que formaron un grupo de adultos mayores de su colonia.
Pero el llamado Club de la Tercera Edad no solo agrupa a los abuelos para jugar, compartir experiencias o tomar café. En el club los abuelitos se pusieron a trabajar.
Algunos nunca habían tenido un empleo como María Elena y desde el pasado mes de abril, se dedican al empaque de especias, como la pimienta entera y molida y el orégano, además de dulces, frutas secas, tamarindo, jamaica, piloncillo, frijol y azúcar.
Ahí en la casa en el hogar, la comida, lo que se hace, lavar y todo eso y ahora que he estado viniendo aquí me siento muy a gusto, muy tranquila porque estando uno su casa se lleva pensando cosas que no y ahora que he estado aquí me he sentido muy a gusto, declaró María Elena.
El club logró gestionar un crédito de 10 mil pesos para poder empezar el negocio en el que participan alrededor de 198 adultos mayores, quienes se turnan durante la semana para empacar el producto.
Son ellos mismos los que se llevan las tiras de especias o dulces para vender entre familiares o vecinos.
“Lo que se busca es que los abuelitos sientan que son parte importante para nosotros y que ya después de que nos dieron mucho a nosotros los jóvenes, que ellos ahorita estén disfrutando y entiendan que también pueden ser útiles”, manifestó Emigdia Ferré, coordinadora del club.
El club se ubica por la calle Vicente Suárez número 454 en la colonia Faustino Félix, para aquellos que deseen contribuir comprando lo que los abuelitos empacan.