Un grupo de ciudadanos cajemenses se apostó en la Laguna del Náinari para expresar su deseo de paz en el México violento que estamos viviendo y sufriendo.
Como en muchas ciudades del país, aquí también se expresó el hartazgo por la situación cada vez más crítica que impera en el país a causa de los enfrentamientos entre grupos delictivos y entre éstos y las fuerzas de seguridad, enfrentamientos que han provocado la muerte de personas inocentes aquí y allá.
En esta Velada por la Paz, propuesta por la maestra Teresa Padrón, se recordó a los cajemenses inocentes que han perdido la vida por haber estado "en el lugar equivocado y a la hora equivocada", una frase que nos podría tocar a cualquiera de nosotros o nuestros familiares.
La exsenadora Leticia Burgos reiteró la demanda de un sector de la sociedad para que el Ejército regrese a los cuarteles y se profesionalicen los cuerpos policiacos y de inteligencia que combaten al narcotráfico.
El activista Rosendo Arrayales recordó la trágica muerte del niño Alfonso Ramírez Piña, ocurrida en el estacionamiento de WalMart el pasado 30 de diciembre, así como las de Ramón Castañeda Alcántar y Dora Leticia Miranda, vecinos de la colonia Benito Juárez y quienes fallecieron en el tiroteo suscitado en un negocio de lavado de autos el pasado 22 de enero.
Esa noche en el lavado de autos también resultaron lesionados cuatro miembros de la familia Galindo Valenzuela: Ángel, Ismael, Clara y Roberto. El primero de ellos tardará en caminar un año debido a las lesiones sufridas por las balas.
Y en la memoria estuvieron presentes los niños y jóvenes muertos en el tiroteo donde también se asesinó al dirigente Margarito Montes Parra, así como otros y otras cajemenses que eran gente de paz y orden.
Por ellos y por todos elevaron una oración de paz.