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A las instalaciones de Pepsico en el parque industrial llega el mandatario estatal en su camión y al pie del mismo ya lo espera un ejército de “trajeados”, que como describiera el rockero de los 80s Ricky Luis, “bañados, perfumados, disfrazados… de gente decente”.
El cananense llega acompañado de algunos diputados del PRI, como Faustino Félix y Antonio Villanueva, cuidadosos de no asistir a eventos del Gobernador del Estado en Cajeme, no vaya ser que los acusen de ser simpatizantes del Sonora Si. Todo un acto suicida en tiempos preelectorales.
En medio de la lucha cotidiana, tal parece que los políticos arriaron sus banderas y hasta sus corbatas ante la visita del gobernador Guillermo Padrés a Cajeme, donde anunció la empresa ganadora que surtirá el gas natural al Sur de Sonora.
Los únicos que no renunciaron a su afiliación política en el ajuar, fue el mismo Padrés Elías que portaba una corbata azul fuerte, mientras que las corbatas rojas desaparecieron del pecho de los priístas.
“Es que es necesario tender puentes y dejar a un lado los colores”, argumenta el dos veces diputado Raúl Acosta Tapia, que portaba una corbata a rayas color plomo y quien no es un “primerizo” en asistir a los eventos del Gobierno del Estado.
Enfundado en su traje gris Oxford, Antonio Valdez Villanueva “coquetea” con una corbata del azul cielo de Nueva Alianza, en tanto que el “Tinito” presume una corbata a rayas con vivos verde aqua, que lo sitúa más cerca de la bancada del Verde Ecologista, más si el problema de Kofanor se encuentra en su distrito.
Tan solo Jordi Herrera Flores, director de Gas y Petroquímica Básica de Pemex, porta ese color tan distintivo del sexenio anterior y que provoca nostalgia y suspiros a muchos de los presentes.
Siempre tan institucionales, los priístas aplauden y felicitan al gobernador Padrés tras concluir su discurso: Valdez Villanueva avala con su sonrisa estilo Enrique Guzmán, Faustino Félix lo saluda y le expresa un láconico “señor gobernador”, mientras Acosta Tapia le sonríe y le expresa un “muy bien”.
Algo se trae la clase política o será que aún no terminan por convencer de su alto grado de civilidad, esa que muchas veces olvidan cuando se trata de debatir el tema del agua y no van más allá de sus intereses políticos y particulares.
Por hoy todos festejaron, quizás mañana sigan las “patadas” a la manzanero, es decir, por debajo de la mesa. Es el nuevo Sonora... con los mismos políticos y sus prácticas tradicionales.
