Osama bin Laden bació en 1957 en Djedda, Arabia Saudí, de padre yemení y madre originaria de Siria. Era hijo del humilde estibador que logró convertirse en el mayor contratista de obras de Arabia Saudí.
El padre de Osama bin Laden, el jeque Muhammad bin Laden, ingeniero y arquitecto según algunas fuentes, simple campesino según otras, dejó su provincia natal de Hadramut, en el centro de Yemen, a principios de los años veinte. Al parecer, se instaló en Hedjaz, Arabia Saudí, en 1932. Allí hizo una fortuna colosal gracias a sus relaciones con la familia real saudí, que le encargó numerosas obras públicas, y destacó como un hombre de negocios riguroso y honesto.
Su madre, según se dice, no era la esposa favorita de Muhammad bin Laden, quien tuvo 54 hijos con 11 esposas. Uno de ellos fue Osama bin Laden. Osama, que fue educado por preceptores privados, tuvo una infancia y juventud dorada, codeándose con los hijos de los príncipes saudíes.
Cuando Muhammad bin Laden murió en un accidente de helicóptero en 1968, todo su inmenso imperio industrial pasó a sus hijos. Osama, con 13 años, heredó 80 millones de dólares. Durante sus estudios en la Universidad de DJedda, bin Laden se vio influenciado por uno de sus profesores, el fundamentalista islámico Sheik Abdullah Azzam, empeñado en la liberación de la causa islámica de la dominación extranjera y alentador de la juventud musulmana para volver a los estrictos postulados de la fe islámica.
En 1979, tras finalizar los estudios en la Universidad (consiguió en la Universidad de Djedda un diploma de ingeniero después de cinco años de estudio), pasó a formar parte de la plantilla de ingenieros de la empresa familiar.
A partir de 1979, Osama Bin Laden empieza a dar importancia a la religión, sin duda como reacción al acuerdo de paz entre Egipto e Israel. Ese mismo año la revolución islámica barría el régimen del Sha en Irán y los soviéticos invadían Afganistán.
Su trayectoria profesional quedó truncada; Osama abandonó la empresa para integrarse en el movimiento armado que combatía la presencia militar rusa en Afganistán, siguiendo la llamada de la Yihad, la guerra santa.
Su misión consistía en recoger dinero para financiar la resistencia de los movimientos islamistas contra las tropas de ocupación soviéticas. Escribía también violentas diatribas contra los comunistas, sin olvidar también al Occidente "decadente".
En 1980 empieza a reclutar guerrilleros proafganos y establece sus primeros campamentos. Fue entrenado por la CIA y aprendió por la instrucción cómo mover dinero a través de sociedades fantasmas y paraísos fiscales; a preparar explosivos; a utilizar códigos cifrados para comunicarse y a ocultarse.
En esa época los Estados Unidos aportaban su ayuda incondicional a todos los grupos afganos debido a su participación en la guerra contra la URSS (entre 1979 y 1989 los norteamericanos entregaron cerca de tres mil millones de dólares a la resistencia afgana, que favoreció a Bin Laden, y cerca de 35.000 combatientes, procedentes de 40 países, fueron formados como guerrilleros en los campos de entrenamiento situados a lo largo de la frontera con Pakistán). En 1988 funda Al Qaeda, La Base, en árabe.
La mayoría de sus miembros son veteranos de la guerra de Afganistán. El grupo tiene bases en Argelia, Uzbekistán, Siria, Pakistán, Indonesia, Filipinas, Líbano, Irak, Kosovo, Chechenia, Cisjordania y Gaza.
La ruptura definitiva con sus aliados norteamericanos se produjo en 1990 cuando, en su combate contra Irak, EEUU desplegó tropas en Arabia Saudí, tierra de los lugares sagrados musulmanes de La Meca y Medina. Sabiendo que, después de la guerra del Golfo, la presencia norteamericana iba a durar más tiempo en suelo saudí, Bin Laden multiplicó sus llamamientos para derrocar a la monarquía saudí.
Esta decisión le acarreó primero el destierro, en 1991, y, dos años después, la pérdida de la ciudadanía saudí. Se trasladó a Sudán, donde permaneció cinco años, pero, debido a las presiones de EEUU, fue expulsado por el Gobierno sudanés.
En 1996 se instaló con su familia en Afganistán, estableciendo sus primeros contactos con el jefe de los talibanes, el "mulá" Muhammad Omar. Le entregó en matrimonio a una de sus hijas y se hizo construir en el feudo de los talibanes una lujosa y espaciosa mansión donde residió con su numerosa familia (tiene cuatro esposas y 13 hijas), gastando sin mejorar para nada las infraestructuras viarias y sanitarias de la ciudad.
Ese mismo año, haciéndose eco de las exigencias de los miembros de los órganos de seguridad nacional, el presidente Clinton autorizó a la CIA a emplear todos los medios para eliminar físicamente al multimillonario saudí y destruir la estructura política y militar creada por éste, pero ninguno de los mercenarios contratados por el espionaje norteamericano (se habla de más de un millar), logró cumplir la arriesgada misión.
Su organización estableció como objetivos prioritarios el ataque a EEUU y sus aliados en Oriente Próximo. Bin Laden fue el presunto responsable de los atentados norteamericanos de Nairobi y Dar es Salam, que provocaron 263 muertos en 1998, y del ataque contra el crucero US-Cole en Adén en octubre de 2000, con 17 muertos.
Se calcula que era poseedor de una fortuna de 300 millones de dólares.
EEUU lo acusó de ser responsable del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York del 11 de septiembre de 2001, donde fallecieron miles de personas.