En China, a través de la Internet, se ofertan órganos humanos por la cantidad de 5 mil dólares.
“El precio es de 35 mil yuanes (unos 5 mil 400 dólares) más el bonus. El bonus pueden ser entre 2 mil y 10 mil yuanes”, dice un intermediario que se identifica como “A Chao” en la web.
Xiao Zheng, un estudiante de 17 años de la provincia de Anhui, viajó a Chenzou (en el Sur de China), a fines de abril. Deseaba tener un iPad2 y estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguirlo.
La cicatriz que presenta en el costado derecho de su abdomen es prueba suficiente de la cirugía que le practicaron para extraerle un riñón.
“Cuando mi hijo volvió a casa —declaró la madre de Xiao— tenía una computadora y un teléfono Apple. ¿De dónde vino el dinero para comprarlos? Recién nos lo contó cuando no pudo ocultar más su cicatriz”.
“Mamá, vendí mi riñón”, le dijo el joven a su madre.
“En ese momento, sentí como si el cielo se hubiera caído sobre nuestra familia”, exclamó, apenada, la señora.
La operación se realizó en un hospital de la provincia de Hunan, donde el vendedor cobró 22 mil yuanes (3 mil 400 dólares). La conversación entre Zheng y el intermediario que adquirió su órgano quedó grabada en su computadora: “Quiero comprar un iPad2″, le explica el adolescente durante el contacto.
Este hecho ha provocado un escándalo en China, pues el hospital no estaba autorizado a realizar este tipo de trasplantes y sus responsables alegan que no tenía conocimiento de la razón de la cirugía, porque el servicio había sido contratado por un empresario de una provincia vecina.