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Doña Leticia Ornelas caminaba a un lado de Catedral; había ido a comprar unas imágenes para el altar de su casa cuando un joven se le acercó y le dijo “¿Quiere ir al programa de Laura Bozzo? Ella respondió: “Bueno, ¿para cuándo?”. A lo que el chico respondió: “Venga”.
“Me llevó a una camioneta donde llenaban algunas formas en las que traía tu nombre, dirección y teléfono. Yo lo seguí porque el muchacho estaba guapetón y se veía buena persona. Además tenía curiosidad”, relata el ama de casa, quien dos semanas después estaba en el Foro 14 de Televisa San Ángel para presenciar la grabación.
“Me divertí mucho, pero no me gustaron las pausas que hacen. Nunca había ido a un programa de televisión y me llamó la atención, pero prefiero verla en la televisión, porque aparte aquí como que le falta intensidad a los que están allá abajo (panel)”, opina la mujer.
Don Zeferino Aguirre tomó un yogur para beber, dos mandarinas y una manzana y se formó desde el mediodía en la larga fila que está sobre Periférico, afuera de la televisora; es la tercera ocasión que asiste y jura: “No vuelve a pasar”.
“La primera vez desayuné temprano y no pensé que tardaríamos mucho en entrar, cuando estábamos adentro ya sentía que me gruñían las tripas, por eso vengo preparado”, comenta el maestro jubilado, quien no tuvo la misma suerte que su compañera de asiento, doña Leti.
“Llamé por teléfono cuando empezó el programa y se tardaron casi un mes en responderme, pero valió la pena porque está entretenido. Es como ir al circo”, enfatiza entre risas el ex profesor de tercer grado de escuela primaria, quien después de tres visitas observa algunas rarezas. “Tienen a sus telefonistas y pocas veces veo que pasen algunas llamadas, hasta pensé que ellas hacían las citas para que viniéramos, pero veo a las señoritas que están apunte y apunte, y no pasa nada. También los regalos son los mismos desde la primera vez que vine. Creo que los compraron en serie para que les saliera un poco más barato”.
¡Y que pasen los crédulos!
Para Laura Bozzo lo más complicado durante su estancia en Televisa es “demostrar que sus casos son reales”, lo que por lo menos Leticia y Zeferino no dudan en respaldar. “Es mucho para ser mentira. Digo, nadie aguantaría lo que pasa ahí, aunque en las pausas el pleito no pasa a mayores”, señalan.
La conductora, por parte, está tranquila ante las críticas y asegura no tiene que probar nada a nadie.
“Hemos hecho muchas cosas y la gente nos cree proque ve que la ayuda es real. Por mí que no me paguen, pero esas sonrisas y agradecimiento son la mejor recompensa. Ver este foro lleno a diario y el entusiasmo que traen”, dijo a EL UNIVERSAL.
De cara a empezar una temporada con su espectáculo Laura sin censura en el Teatro Blanquita, la peruana enfrenta a sus no pocos detractores.
“Les digo que aquí está el programa y esta gente que diario viene a vernos; las personas que reciben ayuda y yo misma. El cariño que te dan las personas es lo que nos fortalece y la prueba de que nada aquí es mentira. Si esto fuera mentira ya nos hubieran sacado del aire. Que vengan y lo comprueben”, advierte la abogada, que no se guardará nada durante su show en vivo.
“Ahí sí les daré lo que se merecen, porque en el programa tengo que guardarme muchas cosas porque nos ven muchos niños también”.
Inicialmente el show fue anunciado con seis funciones, programadas para este viernes, sábado y domingo.
Sin embargo, la demanda de boletos derivó en la apertura de más fechas de presentaciones.
“Espero que la gente vaya y que se pase un momento agradable. Los casos que ahí mostraremos serán especiales para el show en vivo”, explica.
Consumidora de cable
Laura cambió de horario y desde el lunes pasado y se recorrió a las 15:00 horas, por el canal 2.
Su mudanza significó la disminución de su rating, lo que no preocupa mucho a Laura Bozzo.
“Creo que tener rating es sinónimo del cariño de la gente. Y si vienen dos personas al espectáculo o mil, son las mismas para las cuales daré servicio, porque ellas son quienes hacen este proyecto, que es de todos”.
Sin embargo, cuando ella tiene el control remoto en su mano, es clara en sus selecciones: “Veo National Geographic o History; me encanta ver las biografías de personalidades y gente que admiro, algunas de ellas muchas veces son aleccionadoras y resultan inspiradoras”, dice al tiempo de defender la opción de los televidentes de no ver su emisión.
“Creo que una persona tiene en su mano esa posibilidad de poder cambiarle a la televisión, y es libre de ver lo que ella decida. Si quiere ver Laura, una telenovela, Ventaneando o lo que ella decida, estará bien. Nosotros hacemos esto porque es un proyecto social que va más allá de las pantallas”, aclara.
