Detrás de la figura dura de un militar, aquella que impone y a la que difícilmente se le escucha hablar, se esconde la de un servidor a la patria con corazón y que disfruta dando alegría a los niños.
Después de participar en el desfile conmemorativo del 201 aniversario de la Independencia de México, militares del 60 Batallón de Infantería permanecieron en las afueras de Palacio Municipal con todo y sus equipos de combate para que los pequeños se tomaran la foto con ellos.
Fue el uniforme que ellos llaman “gwilly” el que despertó mayor interés entre niños y adultos, el cual según comentaron los militares, es utilizado como camuflaje y lo hay en dos colores, caqui para misiones en sitios desérticos y verde cuando acuden a lugares como la selva.
Por cerca de una hora los uniformados permanecieron sobre la calle 5 de Febrero, donde el equipo de combate y rescate acuático y la ametralladora lanzagranadas calibre 40 milímetros, fueron otros de los que llamaron la atención de los asistentes, quienes auxiliados por los mismos militares quienes se portaron accesibles y platicadores, podían subirse a tomarse la foto.
Los papás buscaron también retratar a sus niños con los integrantes del Ejército que traían su cara pintada, la cual ellos mismos preparan y llaman betún, hecha a base de pinturas vegetales que no dañan la piel y además de cubrirlos del sol, pueden sudar en grandes cantidades y no se les corroe.
En los últimos meses los ciudadanos han denunciado prepotencia y mal trato por parte de los militares, quienes ingresan a domicilios particulares sin ninguna orden oficial pero este día se olvidaron de todo para dedicarse a regalarles a los niños un rato de alegría.