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Luego de vagar por las calles, Jesús Alfredo López Mariscal, de 71 años, aceptó ser internado en la Casa-Hogar San Judas donde además de recibir atención y afecto, convivirá con otras personas de su edad.
La directora de INAPAM-DIF-Cajeme, Crucita Clark Caraveo, había platicado con don Jesús para que recibiera la ayuda y dejara la calle en donde solo encontró hambre, soledad, suciedad y estuvo expuesto a muchos peligros.
El anciano tiene dos hijos y una esposa que viven en el estado de Matamoros, pero desde hace años no se hacen cargo de él por problemas familiares.
“Nosotros ya localizamos a su familia y a través de la Subprocuraduria de la Defensa del Menor y la Familia, se les va a citar para que estén al pendiente de don Jesús”, afirmó la directora de INAPAM.
Aun cuando don Jesús presenta desnutrición y malestar en sus huesos, en la Casa San Judas recibirá la atención que merece para que su calidad de vida mejore.
