Cuando la tormenta en los medios de comunicación y las redes sociales no amainaba luego de la fallida respuesta de Enrique Peña Nieto en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el sábado pasado, cuando no atinó a mencionar tres de sus libros favoritos, el virtual candidato priísta a la Presidencia pasó por un nuevo bochorno, provocado por su hija Paulina, quien renvió un mensaje en Twitter aparentemente escrito por su novio: “un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y solo critican a quien envidian”.
Desde temprano, el ex gobernador mexiquense trató de paliar la incontenible ola de airados tuiteros ante el mensaje de @pau_95pena. También a través de esa red social expuso: “el RT de Paulina fue una reacción emotiva por mi error en la FIL. Definitivamente fue un exceso y me disculpo por ello”.
En el perfil de su Twitter verificado, @EPN escribió: “Hablé con mis hijos sobre el valor del respeto y la tolerancia, les reiteré que debemos escuchar y no ofender a los demás”.
Para entonces, antes del mediodía, la cuenta en esa red social de Paulina Peña Pretelini y la de quien se ha dicho es su novio, @JojoTorre, fueron eliminadas, mientras en Twitter crecían mofas, reclamos y mensajes de toda laya, ahora para padre e hija.
Los priístas, quienes desde el día del desaguisado han intentado inútilmente justificar a su virtual abanderado –adelante en las encuestas hacia 2012–, seguían ayer en la búsqueda argumentos, entre los que destacan los ofrecidos por Emilio Gamboa Patrón, líder del sector popular del PRI.
“Yo diría –respondió a pregunta específica– que todos los humanos cometemos errores. Él cometió un error y lo reconoció. Me merece respeto que lo reconozca.
“Quiero decirles que me reúno constantemente con Peña Nieto y él es un hombre que lee mucho, que dialoga mucho. Sin duda alguna tuvo un error y lo reconoció. Tiene valor.”
Mientras el político yucateco decía esto, en el edificio principal del PRI cuatro universitarios se presentaban con la intención de entregar al precandidato dos libros y una carta.
Los títulos elegidos fueron Casi el paraíso, de Luis Spota, y Muertos incómodos, escrito por el subcomandante Marcos y Paco Ignacio Taibo II. Sólo dejaron ingresar a René González, ex consejero de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, quien entregó ambos volúmenes y la misiva en la oficialía de partes.
En entrevista, el también integrante del Frente Social por la Igualdad explicó que se eligió la novela de Spota porque el protagonista “se hace pasar por un príncipe, atractivo físicamente y de sangre azul. Es una metáfora de un hombre vacío y sin ideas”.
En la carta –con las firmas además de Fernando Corzo, de la UAM; Hugo Torres, de la UNAM, y Marco Macías, del IPN– señalan que el incidente de la FIL, además de las connotaciones negativas para las aspiraciones políticas del ex gobernador mexiquense, muestra un hecho de mayor gravedad, porque “si acaso se encuentra (Peña Nieto) en la media nacional en cuanto a hábitos de lectura, pues los mexicanos lamentablemente no leen más de tres libros al año; bueno, usted no ha leído más de tres libros en su vida y ha escrito más libros de los que ha leído...”
Le recomiendan leer la Constitución y el Nuevo Proyecto de Nación, “elaborado por los mejores intelectuales del país”.
Para entonces en Twitter se leían otras cuentas con las cuales aparentemente Paulina Peña había remplazado la eliminada por la mañana. Una era @Pauu_95pena, y ahí los niveles de confrontación eran muy fuertes.
Por la tarde, sin embargo, la joven reactivó su cuenta original. “Quiero ofrecer una disculpa de todo corazón. Mi intención con ese RT jamás fue ofenderlos. Reconozco que hice mal y lo lamento”, mencionó de entrada.
Casi al mismo tiempo, el diputado con licencia Luis Videgaray, cercanísimo a Peña Nieto, anunciaba también por esa vía la reanudación de la cuenta de Paulina y aseguraba que las otras aparecidas durante el día eran falsas.
Todavía Paulina Peña envió otro mensaje por su cuenta original: “Fue un impulso de mi parte al leer algunos twetts que ofendían a mi papá y a la memoria de mi mamá. Hoy aprendí una gran lección”.
Para cerrar, por la noche la presidenta en funciones del PRI, diputada Cristina Díaz, hacía su aportación a la polémica:
“No considero que el que se te olvide un título, cinco o diez, te haga poco leído. La verdad lo dudo. En lo particular yo minimizo el incidente y la trascendencia del mismo no me representa ningún acontecimiento lejos de la anécdota de un simple olvido.
“Un error lo puede tener cualquiera; hay libre expresión para las críticas que en las redes sociales están vertidas y no pasa de eso.
“Al precandidato (Ernesto) Cordero se le olvidó el nombre de un autor y nadie hace tanta alharaca. A todos nos puede pasar. Lo que llama la atención es su soberbia.”