Conforme van avanzando los días se incrementa la actividad de los candidatos a los distintos puestos públicos que estarán en juego en las próximas elecciones del mes de julio.
Durante los siguientes meses los candidatos tendrán la oportunidad de realizar sus campañas electorales para ir en búsqueda del agrado público y con ello permitirle ser el próximo/a presidente, diputado, senador, alcalde; siempre teniendo como bandera de campaña la “preocupación” que se tiene de la situación del país, estado, distrito, ciudad, según sea la búsqueda del puesto público.
Algunos argumentarán la necesidad de un cambio “verdadero” ya que el representante actual no esta cumpliendo con las expectativas y las demandas de ese puesto de elección popular, que es casi seguro de un partido distinto al que pertenece este nuevo candidato. O quizá el argumento de otro grupo será la búsqueda de la continuidad de un proyecto ya iniciado durante el periodo electoral previo, donde ha quedado de manifiesto el avance logrado por el representante anterior del mismo partido del candidato.
Tomaré como punto de partida lo planteado anteriormente para utilizar una canción del trovador mexicano Fernando Delgadillo que tiene como nombre: Desfile de Antifaces, como analogía del próximo proceso electoral ha desarrollarse en nuestro país.
Dentro del marco de una elección pública existen distintas opiniones de la comunidad sobre los candidatos que se presentan por cada uno de los partidos políticos; ¡Este si es el Bueno!, ¡Yo por él/ella si voto!, ¡Alguien como él/ella hace falta!, ¡Él/Ella si es una persona comprometida!, ó quizá; ¡No importa quién sea, igual y no va hacer nada!, ¡Todos son una bola de tranzas!, estas y quizá muchas más sean las visiones que se tiene en la sociedad de los candidatos políticos, son ¿Justas?, son ¿Injustas?, cada uno de los ciudadanos sabrá si son objetivas o no estas percepciones.
Desafortunadamente lo que se ha hecho una constante para la comunidad es que en cada proceso electoral recibe una invitación a un desfile de antifaces en el cual cada uno de los miembros tiene un lugar “privilegiado” o por lo menos eso hacen creer los organizadores políticos de dichos eventos. Esencias e intereses muy similares pero con antifaces de diferentes colores, décadas de ser público de este tipo de acontecimientos y al final de la presentación hay mucho beneficio para los protagonistas independientemente de la tonalidad del antifaz, pero los seguidores se van tras cada función con las manos vacías con la firme ilusión de que en futuras funciones esto será distinto.
Durante mucho tiempo esta ha sido la realidad de la política a lo largo y ancho de la República Mexicana, en cada proceso electoral existen infinidad de candidatos que muestran a la comunidad un gran antifaz colorido y prometedor para ser la solución de las problemáticas que han aquejado por años y se han desarrollado dentro de la sociedad, sin embargo después de obtenido el puesto, los cambios tan pactados campaña solo quedan ahí en promesas.
Es de preocupar esta situación, sin embargo esta no sufrirá un cambio significativo sin que la misma sociedad empiece a manifestarse ante los resultados presentados al final de la gestión de sus representantes. De igual manera intervenir de manera más activa en el proceso de selección de cada uno de los puestos que están en juego durante las elecciones.
La participación ciudadana activa dentro de dichos procesos permitirá realizar una elección que vaya más acorde a las percepciones que los ciudadanos tienen de las problemáticas sociales actuales y ello posibilitará realizar un análisis profundo de qué candidato es el más apto para afrontar la situación social.
Es lamentable que aún en la actualidad existan medios de comunicación que se presten para proyectar a un candidato a un puesto público siempre teniendo como principal objetivo velar por el beneficio personal anteponiéndolo al bienestar de toda la comunidad. No es un tema exclusivo de ahora, ya que esto se ha dado a lo largo de la historia de la política mexicana, afortunadamente hoy existen medios alternos a los de siempre para obtener información y así poder realizar un juicio propio sobre cada uno de los candidatos y sus propuestas.
Esto para que después no nos sorprendamos y digamos “Me asusté al ver sus caras vacías” y después alguien diga “Así son todos, ¿NO LO SABIAS?.