No quiere que le tomen fotografías ni quiere dar su nombre completo, pero sí quiere denunciar el atropello del que fue víctima.
El lunes un gruo fuertemente armado de policías federales ingresaron a su casa con lujo de violencia, hicieron destrozos porque creían que era una narco-vivienda y al no encontrar nada se fueron sin ninguna explicación.
Pero ella y su hija de 9 años presenciaron todo sin poder decir nada, paralizadas por el pánico y con peligro de ser agredidas si intentaban protestar por el atropello.
Y no sólo eso, acusa la señora Velanzuela:
Los agentes se llevaron computadoras, videojuegos, joyas y hasta dinero en efectivo que ella tenía, sin dar ninguna explicación.
Ahora ella y su familia se encuentra temerosos de que lleguen otra vez porque el día de hoy ella iba saliendo de su domicilio cuando vio a elementos del Ejército en la esquina con la calle Tetabiate.
"A dónde vamos a parar si las autoridades ya no respetan a los ciudadanos que trabajamos bien, yo soy arquitecta, vivo de mi trabajo y llevo dos años construyendo mi casa", exclamó.