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Investigadores especialistas en suelo del Institución Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) realizaron una demostración a productores del Valle del Yaqui de los beneficios de emplear el esquema de labranza de conservación.
El investigador Juan Manuel Cortés Jiménez comentó que el esquema consiste en que una vez trillada la hectárea, se deje la paja del trigo en el suelo y sobre ésta, sembrar el siguiente cultivo.
“Con este esquema se evitó toda la preparación del terreno, que implica un barbecho o cincel, tres rastreos, una nivelación y el surcado, eso lleva a gastar de 2 mil 500 a 2 mil 700 pesos por hectárea”, expresó el investigador del Inifap.
Añadió que al dejar el suelo cubierto de paja de trigo, lo protege de pérdidas de agua por evaporación, favorece las condiciones físico químicas del suelo y tras cinco años de emplear este esquema, el productor puede ver aumento en el rendimiento del cultivo por hectárea.
Actualmente de las poco más de 150 mil hectáreas sembradas de trigo en el Valle del Yaqui, solo 400 emplean la labranza de conservación, algunas de ellas de Mayo Félix Ortiz, quien reconoce sus beneficios.
“Definitivamente tenemos que ir hacia allá porque hay ahorro en costos, hay baja contaminación y también ahorro en consumo de agua con este tipo de labranza”, dijo el productor.
