El grupo de “Jóvenes testigos de cristo vivo constructor de paz” de la iglesia Santa Teresita del Niño Jesús, en la colonia Benito Juárez, representaron este Viernes Santo, los momentos de sufrimiento que Jesús vivió en el Vía Crucis desde que fue hecho prisionero, hasta su muerte en la cruz.
El Vía Crucis inició en la primera de 15 estaciones, cuando Jesús es condenado a muerte y según la religión católica, es en la segunda estación, donde se le da a cargar una cruz de madera.
Cientos de personas salieron de sus domicilios para apreciar el recorrido de dos horas que realizó el Vía Crucis por las estaciones colocadas en distintas calles de las colonias Benito Juárez, Las Haciendas y El Campanario.
Algunos de los momentos más emotivos en el vía crucis, fueron los vividos por Jesús las tres ocasiones en las que cayó al suelo producto del cansancio al cargar la pesada cruz y el dolor de los latigazos en su espalda.
Jesús se levanta y sigue su camino hasta llegar a la cruz y momentos antes de ser crucificado, a sus pies se tiende su madre sin que ésta nada pueda hacer por evitar su muerte.
Al final, Jesús queda sin vida sobre la cruz, su madre, así como las lloronas, lamentan su muerte.
Estas fechas dijo el padre de la iglesia, deben ser de reflexión, de despertar sentimientos nobles y de asumir el compromiso de orientar el corazón a Dios.
“Si hay violencia en el mundo, si hay una cultura de muertes, si hay egoísmo es porque hace falta que nuestra vida, nuestra mirada se fije en el corazón de Dios, en el corazón de Jesús”, menciono el padre Rolando Caballero.
A sus 21 años, Ángel Sánchez Rivas, quien representó al Nazareno en el vía crucis, dijo fue en agradecimiento a Jesús por darle la oportunidad de seguir con vida después de un accidente que recientemente tuvo e invito a los jóvenes a acercarse a la palabra del señor.
“Que vayan a la iglesia, que vayan a los grupos juveniles, es mejor que andar haciendo maldades, robando o drogándose, aquí hay mucos compañeros y pueden conocer más gente”, dijo el joven.