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El sonido anuncia la llegada del candidato Enrique Peña Nieto y la multitud grita eufórica como si fuera un concierto musical, una especie de Justin Bieber de los escenarios políticos aunque su famoso copete ya luce más plateado.
Pasan de las 10 horas en la explanada de la Expo y a lo lejos se puede observar al candidato del PRI que es saludado, abrazado, besado y hasta “apapachado” por un público femenil que se aprovecha que no llega acompañado de su “Gaviota”.
Como fondo suena una versión adaptada de "Gloria", el clásico de los 80 de Laura Branigan que resalta las bondades de Peña Nieto. Le sigue el éxito brasileño "Eu si te Pego" en versión electoral para poner ambiente.
Con un operativo de seguridad propia de quien ya despachan en Los Pinos, la mayoría del público tuvo que pasar por un detector de metales, no así para los invitados especiales que ingresaron por otro lugar, pero sí fueron auscultados.
Los fotógrafos se aprestan a tomarle el mejor ángulo al orgullo de Atlacomulco y en otra esquina los reporteros se preguntan si alguien vio una manifestación de los integrantes del movimiento 132 que tanto inquieta al mexiquense.
Sobre el tema del debate que organizan, el abanderado presidencial expuso que mediante una carta declinó la invitación al debate de este martes 19, porque “no advierte condiciones de neutralidad y de imparcialidad” hacia su persona.
Luego vinieron los lugares comunes de su discurso: el llamado a la unidad, estamos a pocos días de la victoria, sin faltar la palabra compromiso que ya es una letanía en todos sus actos de campaña y que busca contrarrestar el “Peña no Cumple”.
Para Sonora se firmaron tres compromisos adicionales, que el candidato casi olvida por el efector solar: la construcción de un hospital del Imss para Nogales, la modernización del puerto de Guaymas y la construcción del libramiento de Ciudad Obregón.
En el tema del agua se movió prácticamente como pez porque dejó contentos a tirios y troyanos, sabedor de que se encontraba en la tierra de No al Novillo, pero que también estaban presentes los ciudadanos de Hermosillo.
“No soy ajeno al problema que vive estar región, la eventual disputa por el agua, por ello me comprometo a gestionar con respeto al estado de derecho nuevas formas para garantizar el abastecimiento de agua de todos los sonorenses”, expuso.
Al instante se escuchó la consigna de No al Novillo, en tanto que el autodenominado “hijo adoptivo de Sonora” proponía una solución conciliadora para lograr la hermandad entre los sonorenses que deje atrás el encono y la división.
Manlio, una estrella más…
Sin duda fue una mañana de mensajes para la clase política, donde brilló la presencia del senador Beltrones, a quien Peña Nieto le agradeció su apoyo a las candidaturas a las diputaciones federales, después lo invitó a tomarse la foto en el templete y por último lo acompañó en su camioneta cuando abandonó el lugar.
Desde su silla de invitados especiales, el exgobernador Eduardo Bours experimentó el ninguneo hacia su persona de parte de Peña Nieto que nunca lo mencionó en su discurso, con todo y que apenas hace tres años era principal activo para retener la gubernatura y que su delfín perdió ante Guillermo Padrés.
El cajemense había llegado al evento acompañado de algunos familiares, entre ellos sus padres don Javier Bours y Alma Castelo. Cuando se dirigía hacia su lugar fue saludado, aplaudido por varios de los presentes; se detuvo a bromear con quienes le gritaban “chapo” y hasta accedió a tomarse la foto.
Pero junio no es el mejor mes para que “El ingeniero” reaparezca en eventos públicos aun si son del PRI: el caso de la guardería ABC sigue vivo y más todavía el presunto desfalco de 186 millones a la hacienda estatal, atribuído a sus excolaboradores y del cual dejó asentado el exmandatario, no hablará por ahora una sola palabra.
