La falta de presupuesto imposibilitará al Ayuntamiento de Cajeme colocar barandales en los puentes que conectan el área de estacionamiento con los puestos de venta de cocos en la Laguna del Náinari, informó el secretario de Desarrollo Urbano.
Oscar Sánchez González comentó que aunque en el proyecto sí se contemplaban barandales por el riesgo que representa no colocarlos, sobre todo para los niños, el presupuesto asignado no alcanzó.
Detalló que los trabajos en la Laguna del Náinari están en su tercera etapa, donde quedan pendientes por concluir detalles como la introducción del servicio de energía eléctrica para los coqueros, arborización, iluminación, sistema de riego por aspersión y la construcción de una plaza comercial que ya está en curso, en el área donde se ubicaba el vivero de la Conafor.
“Falta concluir la tercera etapa de la Laguna, entre esto, la energía eléctrica; espero que terminemos en tiempo y forma, los contratos se extinguen el 30 de agosto, finalmente antes de irnos deben quedar concluidos los compromisos con los contratistas”, dijo el funcionario.
Los coqueros manifestaron además que es necesario, se adecuen espacios de acceso al área de venta de cocos para personas con capacidades diferentes a quienes se les dificulta llegar al lugar.