|
Pensiones y jubilaciones: La Gran Deuda (6)
Le agradezco, estimado lector, que lea mi ESCRITORIO ECONÓMICO y que me haga llegar sus opiniones. Celebro que convenga conmigo en que es un problema explosivo lo de las Pensiones y jubilaciones. Es un tema global y muy espinoso porque afecta a personas con derechos creados y que son ya población pasiva, que en su gran mayoría dependen exclusivamente de las pensiones y jubilaciones por razones de edad y por la cerrazón y distorsión del mercado laboral que no les ofrece opciones laborales.
Y una cuestión muy principal, por humana y ética: se trata de un asunto que afecta a nuestros propios padres y que nos afectará a nosotros en un futuro no lejano (a mí ya me alcanzó).
Pero por otro lado y hablando en términos económicos muy fríos y prácticos, no hay dinero en las instituciones de Seguridad Social (¿?) responsables para pagar las pensiones y las jubilaciones. Las pensiones y jubilaciones las pagan en gran parte con recursos fiscales, con dineros del gobierno. El gobierno subsidia al IMSS, ISSSTE y otras dependencias en el caso de México, para que cumplan con las obligaciones adquiridas con los derechohabientes retirados de la vida laboral activa.
El asunto, planteado en términos generales y muy directos, tiene tres lados claramente definidos:
a) LOS PENSIONADOS Y JUBILADOS TIENEN DERECHOS BIEN GANADOS. Estos derechohabientes aportaron generosa y cabalmente la cuota de sacrificio que se les demandó por treinta años o más, y esta aportación no puede negarse y mucho menos conculcarse el derecho que adquirieron para disfrutar de su pensión de retiro. Desde el ángulo que se vea, es una cuestión ética, legal, económica, laboral, social y política en su favor.
b) PERO NO HABRÁN RECURSOS FINANCIEROS PARA HACER VÁLIDOS ESOS DERECHOS DE SEGURIDAD SOCIAL EN EL MEDANO PLAZO. En mi primer ESCRITORIO ECONÓMICO presenté los principales argumentos que explican la carencia, relativa ahora y absoluta en mediano plazo, de fondos institucionales para otorgar en tiempo y forma estas prestaciones (pensiones y jubilaciones). Se reconoce plenamente la vigencia de esos derechos de pensionados y jubilados que constituyen obligaciones para IMSS, ISSSTE y demás dependencias y empresas, pero está claro que en pocos años no se podrán pagar si continúa la situación deficitaria de las instituciones y gobierno que viene de hace muchísimos años y que los gobernantes y políticos no han sabido atender y resolver. Por sus egoístas intereses políticos han soslayado su responsabilidad en esta espinosa cuestión.
c) LO QUE A LA POBLACIÓN PASIVA PENSIONADA Y JUBILADA SE LE DA ACTUALMENTE, A LA POBLACIÓN ACTIVA SE LE QUITA. Las cuotas que aportan los trabajadores activos a las instituciones de Seguridad Social (IMSS e ISSSTE, por ejemplo) se canalizan al pago de las pensiones y jubilaciones de la población pasiva y por tanto, no se aplican a FONDOS FINANCIEROS que en el futuro aseguren su retiro. En adición, el pago de estas obligaciones resta recursos necesarios a las áreas médicas de las instituciones y en consecuencia, la atención en este rubro es cada año más deficiente para todos los derechohabientes, lo mismo activos que pasivos.
Por otra parte, una parte muy significativa y además creciente, de los impuestos que pagan los trabajadores activos, en vez de retribuírseles en Obras y Servicios Públicos, se canalizan a las Instituciones de Seguridad Social para el mismo propósito principal: pagar pensiones y jubilaciones.
Y si para darle a la población pasiva sus pensiones y jubilaciones el gobierno adquiere Deuda (como lo viene haciendo en la práctica
desde hace años), esta deuda inevitablemente también habrá de pagarla la población activa. Además de que no es conveniente acrecentar la Deuda Pública del país, que tiene registros que nos impresionarán cuando se hagan públicos, no creo que la población activa esté de acuerdo en sacrificarse en un esquema que no tiene solución, que cada vez se complica más y que les quita las opciones de bienestar presente y de retiro futuro.
La hora de las grandes decisiones se aproxima y no es posible ni conveniente seguir posponiéndola. Por supuesto, yo no tengo la respuesta ni la verdad absoluta en el tema, pero tengo como todos los profesionales, algunas ideas generales que pueden ayudar a construir la respuesta. Es cuestión que gobierno convoque a una discusión seria y responsable de este tema para que los mexicanos encontremos las opciones y decidamos en consecuencia.
ADVERTENCIA: Si nos tardamos en construir NUESTRA RESPUESTA A NUESTRO PROBLEMA, los globalizadores (financieros siniestros y sin escrúpulos todos ellos) que todo lo desregulan el mundo, vendrán a imponernos la solución. Nada peor podría pasarnos. Y mucho me temo que la SOLUCIÓN FINAL no está lejos y que será diseñada e impuesta por el Fondo Monetario Internacional.
Por cierto: lo de la SOLUCIÓN FINAL tiene una acepción histórica macabra (véase en internet) que cuadra muy bien con la saga histórica del FMI. Por lo anterior es que no descarto aviesas intenciones en los contenidos de sus propuestas.
Una aclaración conveniente, lector: la palabra aviesa la utilizo como sinónimo de perversa. Mejor todavía: como sinónimo de siniestra. Implica sevicia.
Un abrazo y mis mejores deseos para este fin de semana.
jaimeenriquemondragon.wordpress.com
