Largas son las filas, muy largas, laaaargaaasss... Inician en la banqueta, en el exterior del CUM, suben por las escaleras, serpentean hacia la entrada principal en el primer piso, se detienen a esperar el turno para pasar al loby.
Una vez adentro se sientan en grupos de cien o más jòvenes a escuchar una plática introductoria donde les explican qué van a hacer, con quién deberán dirigirse y cómo desenvolverse en la plática con el o la representante de la empresa.
La Feria del Empleo es también una muestra del alto desempleo que agobia a la sociedad cajemense, de manera especial a los jòvenes. Es la evidencia de una realidad que esconden las cifras oficiales de ahora como las de hace tres, seis o más años.
Gobiernos vienen y se van jactándose por igual de sus logros en la generación de empleos. Y si sumáramos los que dicen que han generado las tres últimas administraciones municipales, con las tres más recientes en el Estado, tendríamos sin duda la cifra soñada del "cero desempleo".
Pero esos son discursos. La realidad es esta que se nos presenta en el inicio de la Sexta Feria del Empleo que se realiza en Cd. Obregón.
Y una vez más llegan los miles de jóvenes, la mayoría, aunque también hay hombres y mujeres maduros, todos con su folder bajo el brazo, el currículum recién impreso, original y tantas copias, credencial IFE y licencia de manejo, copia del certificado de estudios.
Traen los documentos, pero sobre todo traen la necesidad, la urgente necesidad de emplearse, de tener un trabajo, de sentirse útiles para sus familias y para ellos mismos.
A ver si ahora sí. Las opciones son muchas, dijeron que más de 40 empresas de diversos giros estarán representadas en la Feria y solicitan desde obreros a guardias de seguridad, ingenieros, ejecutivos de cuenta bancaria, vendedores...
Muy variados el menú de opciones laborales, pero muy reducidas las posibilidades de un trabajo decoroso que alcance para mantener a una familia. La mayoría de los sueldos que se ofrecen pasan apenas del mínimo, y en el caso de aquellas que doblan este nivel, el descuento de impuestos reduce el ingvreso y la alegría.
Abundan por supuesto las vacantes para vendedores. "Gana todo lo que quieras ganar con solo vender este producto, o este servicio".
Y así, durante horas seguirán desfilando los desempleados en busca de un empleo y una vida modesta pero digna.
Vendrán otras ferias y miles más de aspirantes. Carne de cañón para el outsoucing y los empresarios que ya se frotan las manos con la llegada de la nueva reforma laboral.
Es la realidad de Cajeme, de Sonora, de México.