Adalberto Rosas López tenía once años de edad el día que mataron al Machi López. Él vio a los asesinos del Machi cuando en plena huida llegaron a la casa de los Rosas, que confundieron con un edificio contiguo, y metieron al garage de la casa la camioneta en la que se movilizaron para cometer el crimen.
Desde la recámara de sus padres el pequeño Adalberto vio a través de las persianas a José Nieblas Ortiz y otros dos hombres a bordo de la camioneta, que al darse cuenta de la equivocación sacaron la camioneta de la casa de los Rosas, la abandanoran en un baldío contiguo y continuaron su huida protegidos por la densa neblina de aquella noche.
Fue aquel día, el 26 de noviembre de 1953, uno de los más significativos en la historia de Cajeme porque al asesinarse a un líder agrario como el Machi López también se daba un golpe artero a las luchas campesinas del Valle del Yaqui. Desde entonces la versión semioficial del asesinato refiere una lucha de poder al interior de las organizaciones campesinas donde el Machi fue la víctima mortal de dirigentes a los que planeaba denunciar por corruptos. Ellos se le adelantaron.
Algunos mitos, versiones no comprobadas pero sí muy creídas, envuelven a este episodio de la historia regional, donde aparece también un célebre detective mexicano de apellido Quintana siguiendo huellas que lo llevan a deducir la única solución posible: Olvidar el caso y no enfrentar la verdad.
Más allá de las luchas internas entre dirigentes campesinos, estaba también la apertura de inmensas extensiones de tierra al riego agrícola que vendría de la recién inaugurada presa Álvaro Obregón. El agua que multiplicaría la riqueza producida en el Valle era un elemento que despertaba la codicia de muchos.
Han pasado 59 años de aquel día en el que mataron al Machi y el niño Adalberto es ya un apacible abuelo que suma en su vivir luchas sociales, de partido, por la democracia, por proyectos como el Itson y la gubernatura de Sonora. No son pocos quienes lo consideran como el mejor presidente municipal que ha tenido Cajeme.
Muchos años después de luchar contra el sistema priista que lo combatió en forma implacable, ahora otorga el beneficio de la duda y cifra esperanzas en la llegada de un "nuevo PRI" a la presidencia de la República.
Hombre de convicciones y contradicciones Adalberto "El Pelón" Rosas es reconocido esta noche como el "Ciudadano Cajemense Distinguido 2012" y en la mención de sus méritos se destaca su participación en el Movimiento Ciudadano por el Agua.
Adalberto "El Pelón" Rosas sonríe y en esta hora se define a sí mismo como un hombre congruente, feliz por su familia, orgulloso de haber contribuido al crecimiento del Itson y agradecido por la distinción que le entrega el Cabildo de Cajeme.