En muros, tapias y otros lugares visibles al poniente de la ciudad aparecieron las pintas de un movimiento autodenominado Acción Poética, y cuyo objetivo al parecer es subvertir el orden establecido en esta ciudad de paz.
Con proclamas subversivas se hace un llamado a la gente para que piense, coma, disfrute y viva la poesía, como si el horno estuviera para bollos y no tuviéramos otra cosa que hacer.
Por fortuna esta campaña poética será sepultada por las campañas políticas que con su barroquismo coloquial se desarrollarán los próximos días en el mismo sector de la ciudad, ubicado en el hoy multimencionado Distrito XVII.
Y los lemas poéticos será sustituidos por los inspiradores lemas que nos obsequiarán los candidatos(as) a la diputación local.
Partidos y candidatos vendrán con sus pendones, anuncios espectaculares, bardas pintadas, volantes y anuncios audiovisuales para convecernos que sin política no hay ciudad y sin ciudad no hay política, porque todo es dialéctico según nos enseñan los poderes fácticos.
Parrtidos y candidatos nos ubicarán en el mundo normal diseñado por la poítica, sin riesgos de inestabilidad poética.
Así sea.