La fecha esperada por los pescadores de los pueblos ribereños finalmente llegó.
Las pangas que habían estado preparándose desde semanas atrás para salir al mar en busca de camarón, encendieron motores poco antes de las 8:00 horas y cuando por fin llegó la hora acordada por las autoridades de Pesca, zarparon.
Fueron muchas horas en el mar, tirar las redes una y otra vez, pero al final del día el trabajo valió la pena. la temporada de camarón inició con capturas de entre 100 y 400 kilos por embarcación, lo que representa una excelente noticia para quienes viven de esto.
En las comunidades del Paredón Colorado y Paredoncito, hoy fue un día de fiesta. Poco después del medio día los pescadores eran esperados en la bahía por mujeres y niños que dejaron sus labores cotidianas para ir a descabezar camarón.
Conforme avanzaba la tarde, las cooperativas pesqueras no se daban a basto recibiendo camarón. Bastaba ver el rostro de los pescadores para darse cuenta que les había ido muy bien.
Las poco más de 90 embarcaciones con permiso que salieron en busca del "oro rosado", regresaron llenas. El clima los favoreció sin duda y esperan que así siga los próximos días, ya que la primer semana es fundamental para obtener las mejores ganancias.
En el Paredón y Paredoncito hoy no se hablaba de otra cosa más que del buen inicio de temporada, que a su vez trae a dichas a comunidades donde la pobreza es la constante durante casi todo el año.
"En general son 15 días los buenos, por eso tenemos que aprovechar, mañana vamos a salir desde tempranito otra vez, para ver si nos va igual o mejor que ahora", dijo Hilario Domínguez, mientras sacudía la red para sacar hasta el último camarón.
A decir del Jefe de la Oficina de Pesca Local, otro punto a favor de los pescadores es que este año el precio estará alto. Se habla que cada kilo podrá venderse entre 100 y 130 pesos, que en comparación con los 70 pesos del año pasado es una gran diferencia.
"Esperemos que este fenómeno meteorológico que dicen que está por entrar se desvíe a otra parte para que las cosas aquí continúen bien. No importa si llueve tranquilo, solo con que no se venga una tormenta que ahuyente al camarón", mencionó César Villaescuza Fontes.
Mientras tanto en las calles de esto pueblos la alegría se ve por todas partes, se volvieron a poner los tianguis, las taquerías vuelven a tener gente, hay gente que vende de todo.
Después de varios meses en los que los pobladores vivían prácticamente al día, el levantamiento de la veda les da la oportunidad de gozar al menos unas semanas de la solvencia económica con la que les gustaría vivir siempre.