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Cuando menos cuatro grandes eucaliptos fueron talados en el Centro Depòrtivo "Álvaro Obregón" (CDAO) para instalar allí una estructura de fierro que sostendrá a un techo de materiales.
La obra se construye en la pequeña cancha de futbol rápido o de salón ubicada junto a las canchas de frontenis y de basquetbol, donde los eucaliptos talados formaban parte de una arboleda que ha tardado varias décadas en tomar forma.
De nuevo una medida irracional afecta a la naturaleza en nuestra ciudad. La anterior fue en la calle Sinaloa, junto al edificio de Conagua, y suscitó una reacción tan fuerte que las autoridades de esta institución tuvieron que emitir un comunicado donde afirmaban que castigarían a los responsables.
Lo mismo hizo el Gobierno Municipal a través de la Dirección de Gestión Ambiental, que impuso una multa de cuando menos 40 mil pesos a Conagua.
Lo grave en el caso presente, el ocurrido en le CDAO, es que se trata de una tala ordenada por una dependencia municipal, la Dirección de Imagen Urbana, según dijeron algunos de los trabajadores de la obra.
En este caso, se sustituye una sombra natural, fresca y bella como la que ofrecen los árboles, por una estructura de fierro y otros materiales duros, que además de antiestética era innecesaria.
Durante la visita que se hizo a este lugar para tomar las fotos, un grupo de personas expresaban su malestar por este daño a la naturaleza.
Uno de los presentes quiso justitficar la tala argumentando que esos árboles representaban un peligro para los deportistas porque sus ramas suelen caerse y podrían golpear a una persona.
A este argumento respondió otro de los presentes explicando que si ésa fuera una razón válida casi todos los árboles del CDAO, los que están alrededor de la Laguna del Náinari y en el interior del Parque Infantil deberían de talarse.
Asimismo los yucatecos que están en toda la ciudad pues es sabido que alguno suele caerse ante los vientos de las tormentas veraniegas.
La polémica puede seguir, pero el daño ya está hecho.
