Margarita Vázquez Martínez tenía 22 años trabajando como secretaria en la Junta Local de Caminos Vecinales, residencia Ciudad Obregón, dependencia del gobierno del estado de Sonora
El pasado 5 de febrero se le notificó la rescisión de su contrato y fue despedida, acusada de participar en presuntos actos de corrupción y manejo indebido de recursos públicos, que se desprenden de una auditoría realizada a esa dependencia, en la que Contraloría estatal hizo observaciones por un monto superior a los 4 millones de pesos, correspondientes a un presupuesto de 11 millones de pesos.
Es decir, casi la mitad del presupuesto fue ejercida sin comprobación de gastos, de acuerdo al informe de los auditores al que este columnista tuvo acceso y citaremos más adelante.
El hilo se rompió, como suele suceder en estos casos, por lo más delgado. Cuatro empleados de niveles bajos y medios fueron despedidos; dos de ellos ya fueron reinstalados y en el caso de Margarita Vázquez, ella se encuentra pelando su reinstalación por la vía legal.
La ex empleada argumenta que aun cuando su nombre aparece en el informe de los auditores, ella no tenía ni gozaba de atribuciones ni responsabilidades en el manejo y control de las partidas presupuestales que, evidentemente, fueron birladas por sus superiores, entre los que destaca Heliodoro Félix Orduño, residente de la Junta en Ciudad Obregón.
Hasta el momento, sólo ella y otro empleado no han podido reintegrarse a sus fuentes de trabajo, lo que sí ocurrió con la Administradora de Residencia, quien fue despedida por acusaciones más graves. Se presume que para su reinstalación, hizo valer su condición de ser nuera del ex dirigente estatal de la CTM, Francisco Bojórquez Mungaray.
Además del abusivo caso de injusticia laboral de que es víctima la señora Margarita Vázquez Martínez, lo que aparece descomunal es el saqueo del presupuesto en esa residencia de la Junta de Caminos del gobierno de Sonora., donde prácticamente la mitad del presupuesto fue ejercido sin comprobación y con irregularidades manifiestas, contenidas en el informe de los audotores.
Este informe está fechado el 29 de octubre de 2013, dirigido a la secretaria de la Contraloría General, María Guadalupe Ruiz Durazo y firmado por los auditores comisionados: Amanda Lorena Morán Medina, Ing. Luis Carlos Montiel García, C.P. María Guadalupe Mendoza Hernández y C.P. María Lourdes Mireles Molina.
La observación más grave es la número 20, relativa a la falta de documentación comprobatoria, con relación al suministro de mezcla asfáltica elaborada en planta (carpeta caliente), pues de mil 840 metros cúbicos, sólo pudieron ampararse 87.5 metros cúbicos, y eso fue con notas de bitácora, mas no en aplicación y destino.
Eso representa una inversión superior a los 3.5 millones de pesos que no se sabe dónde fueron aplicados.
Según cita el informe: “Para el periodo de enero a agosto del 2013, se tiene ejercido un importe de $610,524.24 que representa un volumen de 300 metros cúbicos, sumando un total de 1,840 metros cúbicos y un monto total de $3,744,548.67.
“Comparando los días de suministro de este material, registrado en las notas de remisión de la entrega de carpeta caliente por parte del proveedor (anexas a pólizas contables, como evidencia de suministro), con lo asentado en las notas de bitácora de obra de la aplicación de la carpeta caliente en los días de suministro en el lugar de la obra, se encontró que solo 87.5 metros cúbicos de un total de 1,840 se encuentran amparados con notas de bitácora de obra, en volumen más no en aplicación y destino, el cual representa monto de $178,069.57 y quedando pendiente por especificar la utilización y aplicación (en cuanto al lugar de ejecución de los trabajos, cadenamientos donde se realizó el tendido, así como el volumen aplicado) de 1,752.5 metros cúbicos con un monto de $3,566,479.10, mismos que debieron de haberse indicado en notas de bitácora”.
El atraco es pues, escandaloso, pero la falta de comprobación en otros gastos menores indica que el hurto y el pillaje adquieren forma de rapiña corrientísima, pues le han encajado la uña al erario de manera grosera en viáticos, gastos de viaje, gasolina y diésel (Ya es proverbial en esa residencia, encontrar vehículos embancados y desvalijados, que aparecen con consumos de gasolina hasta por 500 pesos diarios).
Todo eso se encuentra contenido y detallado en el informe de los auditores, que en próximas entregas iremos mostrándole al sorprendido lector, la auditada lectora, para ofrecer un panorama más claro de lo que ocurre en la residencia Ciudad Obregón de la Junta de Caminos del gobierno del estado.
Por lo pronto, este asunto es del conocimiento de la así llamada "contralora ciudadana", María Guadalupe Ruiz Durazo, quien por cierto ayer en su cuenta de Twitter ofrecía clases gratuitas de ética. Qué oso.