CD. DE MÉXICO.- Quienes avalaron el ilegal rebase de tope de campaña de los actuales diputados federales para “salvar” a Enrique Peña Nieto en la elección de 2012 recibieron hoy como premio ser reelectos para el nuevo Instituto Nacional de Elecciones (INE): Lorenzo Córdova como presidente, el filo-priista Marco Antonio Baños y el pro-panista Benito Nacif.
Con 417 votos a favor, fraguados desde la dupla PRI-PAN y la corriente de “los chuchos” del PRD, así como los partidos satélites del PRI: el PVEM, Panal e incluso algunos del viejo PT; 41 votos en contra de Movimiento Ciudadano (MC), algunos del PT y una veintena del PRD, más cuatro abstenciones, los 11 integrantes del Consejo General del INE fueron elegidos por periodos de 9, 6 y 3 años.
Córdova Vianello, quien con Marco Antonio Baños y Benito Nacif aceptó el “reajuste” que la Dirección de Prerrogativas de los Partidos Políticos propuso para evitar que Peña Nieto “violara” la ley electoral cargándole los gastos a los actuales diputados priistas, estará al frente del Consejo por nueve años, en tanto que Baños y Nacif por seis.
De acuerdo con la reforma constitucional, el Consejo General pasó de 9 a 11 integrantes; de esas posiciones, descontando a Córdova, el PRI se quedó con cuatro, y PRD y PAN tres cada uno.
Las cuotas para el PRI quedaron así: Baños (6 años), Enrique Andrade González (6), Beatriz Eugenia Galindo Centeno (3) y Adriana Margarita Favela Herrera (9); PAN: Benito Nacif (6), Arturo Sánchez (3) y José Roberto Ruiz Saldaña (9); para el PRD fueron las siguientes posiciones: Ciro Murayama (9 años), Alejandra Pamela San Martín Ríos y Valle (6) y Santiago Castillo (3).
El presidente del INE, y onceavo lugar del Consejo, Lorenzo Córdova, es identificado tanto con el PRI como por el PAN como una de sus posiciones.
El coordinador del PRD, afín a la corriente de “los chuchos” y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Silvano Aureoles, sostuvo que el proceso de elección fue “cuidadoso, pulcro, en donde la novedad es la integración de un órgano autónomo independiente que le dio certeza y credibilidad al proceso, como lo fue el comité técnico de evaluación… Hemos sido muy cuidadosos de no violentar los procedimientos, apegarnos estrictamente a lo que dice la Constitución”.
Lo anterior fue cuestionado por la izquierda de MC, una fracción de PT y otra de PRD, debido a que se permitió que en la elección participaran integrantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pese a que la Constitución prohíbe expresamente que sus integrantes se involucren en temas electorales.
El coordinador de MC, Ricardo Monreal, luego de calificar de “bufones” a los legisladores, recordó que “ellos” (los diputados federales) no iban realmente a elegir a los consejeros, pues la lista de 11 ya había sido acordada por el gobierno “y sus aliados” (PAN y “los chuchos” del PRD).
“Aquí simplemente será una comparsa, ustedes no aprobarán nada. Por eso nuestro voto en contra… este INE no garantiza imparcialidad ni certeza ni objetividad, ni tampoco garantiza observar el principio de legalidad o el de certeza jurídica”, alertó.
“Este INE nace viciado de origen. Este INE nace estigmatizado. Este INE nace por actos de una profunda corrupción moral. Es la primera vez en muchas décadas que se actúa así, sin un amplio consenso”, reclamó Monreal.
En contrapartida, la coordinadora del partido Nueva Alianza (Panal), San Juana Cerda Franco, quien fuera una de las principales operadoras de Elba Esther Gordillo (hoy en la cárcel desde el inicio del sexenio peñista) y que desde entonces se ha vuelto incondicional y “satélite” del PRI, enalteció a los nuevos consejeros y dijo que este INE recuperará “la credibilidad en la institución y en los proceso electorales”.
Y recriminó: “Sabemos que no es tarea fácil, más aún cuando en los últimos años algunos actores políticos se han dedicado a minar la confianza ciudadana a una de las instituciones que se ganó a pulso esa credibilidad en el proceso de transición a la democracia”.
Lo que no dijo la coordinadora de Panal y hoy alfil del PRI es que desde 2000 la actuación de los consejeros, que siguieron ese proceso electoral, fueron quienes provocaron la desconfianza en el Instituto Federal Electoral, ahora INE, uno de ellos Arturo Sánchez, consejero electoral que en ese entonces avaló “la caída” en la madrugada del conteo rápido para que, en su reactivación, el panista Felipe Calderón figurara arriba de Andrés Manuel López Obrador. Ahora Arturo Sánchez fue avalado para que integre el nuevo consejo por tres años más.
Manuel Huerta Ladrón de Guevara, del PT, señaló que así como en la mayoría de las leyes que votan los priistas y chuchistas, sin leerlas o saber de qué tratan, así votarían a los 11 nuevos consejeros, sin conocer sus currículum.
También adelantó que el proceso de elección “deslegitima” desde ya la organización de los comicios federales de 2015, año en que se renovará a los 500 diputados que hoy votaron a favor del nuevo Consejo del INE.
A su vez, el coordinador de los panistas, Luis Alberto Villarreal, partido que impulsó la creación del nuevo organismo electoral y cambió las reglas del juego para las siguientes elecciones, se jactó de que “estoy cierto que fue el privilegio de los ciudadanos lo que estuvo por encima de las legítimas aspiraciones de cualquiera de nuestros grupos parlamentarios”.
Y presumió: “Estoy seguro que estamos haciendo historia en esta Legislatura. No sólo porque es la Legislatura más reformista de las últimas décadas, no sólo porque es esta Legislatura la que ha construido las reformas que pretenden sanarle el alma y el corazón a este país que nos requiere y que nos obliga a todos, sino también porque es capaz de construir consensos para dar una institución de segunda generación”.
Por el PRI, su coordinador Manlio Fabio Beltrones Rivera y quien hizo posible la reforma política que el PAN quería a cambio de la reforma energética que Peña Nieto se comprometió a impulsar, dijo que con “talento de muchas y muchos” de los diputados se ha creado con imaginación nuevas instituciones.
Una de las principales críticas de la oposición es justamente que en la construcción de acuerdos de la actual Legislatura no participan “muchas y muchos” de los diputados, sino Beltrones, el coordinador del PAN afín al dirigente nacional con licencia, Gustavo Madero, y Silvano Aureoles, aliado de la corriente de “los chuchos”.
“Respetamos a quienes piensan distinto, pero construimos con el mayor consenso posible, y es que así es como se avanza en las democracias, con ideas pero también con tolerancia”.