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En la banquera de Náinari y 5 de Febrero, Germán Villegas estaba muy tranquilo esperando a su esposa Adriana. Era el jueves en la mañana y habían ido a las oficinas de Infonavit a solicitar información sobre los requisitos para obtener un crédito y hacerse de su casa propia.
Mientras Adriana hacía los trámites correspondientes, Germán salió a la banqueta a distraerse un poco y en esas estaba, tranquilo, contemplando la belleza de floridos camellones de la Náinari, cuando de pronto se pararon frente a él varios policías y le dijeron "Estás arrestado, por robo".
"¿Que yo qué?... Ustedes se equivocan", respondió el hombre asustado al ver que le caía encima todo el peso de los guardianes de la ley.
Lo sometieron, lo humillaron frente a la gente que presenciaba la escena y le pusieron las esposas para preguntarle a los guardias de seguridad del Ínfonavit:.
"¿Éste es el que se robó el bolso?". Y los guardias respondieron: "Sí, es él".
Germán insistió en su inocencia, lo mismo hizo su esposa, pero de nada valieron las súplicas y se lo llevaron esposado al edificio de Seguridad Púiblica en la calle 300 y Jalisco para presentarlo ante el MP.
Antes de que lo consignaran y lo metieran en un celda, Germán, quien trabaja también como guardia de seguridad, pidió que revisaran las cámaras de videovigilancia instaladas en el edificio del Infonavit.
Aceptaron su petición y los agentes acudieron a revisar las cámaras. Allí se pudo comprobar que no fue Germán si no otra persona quien se había robado el bolso de una dama.
Sólo así creyeron en la inocencia de Germán y lo dejaron libre.
Pero nadie lo llevó de regreso a donde lo esperaba su esposa, en el exterior del Palacio Municipal, y tuvo que regresar él solo bajo los ardientes rayos del sol en el mediodía de este jueves.
Moraleja: La gente de aspecto humilde siempre es sospechosa...
