Hace 5 años el pole dance llegó a los oídos de quienes aprecian el baile en general. Sin embargo no eran los convencionales pasos que normalmente se ven.
Este deporte no solamente es para gente joven, es para todas las edades y para cualquier género que esté dispuesto a enfocarse de lleno.
Con 51 años de edad, Rosa Delia Aguilar Luque practica este ejercicio desde hace 2 años. Empezó como una inquietud hasta convertirse en su forma de sustento y en lo más importante, uno de sus mayores hobbies.
"Yo no imaginé que esto se volviera parte de mi vida cotidiana. Comenzó solo como un negocio, yo ya tomaba clases aquí en Body Art Gym con otra maestra, pero ella se tuvo que ir de aquí y yo me quedé con el cargo; incluso como todavía no llevaba mucho tiempo aquí, las alumnas que tenían más tiempo me enseñaron más cosas y pues bueno, aquí sigo", platicó doña Delia.
Delia ha dedicado parte de su tiempo para enseñarles a las alumnas de nuevo ingreso a tener equilibrio no solo físico, sino también emocional.
"Aquí no solo se aprende a bailar y hacer movimientos en un tubo, también se aprende a querer a tu cuerpo como es, a elevar la autoestima, a verte sexy en el espejo mientras aprendes a corregir tu postura y la manera en como uno se siente y ya cuando menos lo esperas tienes un cuerpo más tonificado, eres más delgada y ya trabajaste partes de tu cuerpo que no te gustaban. Es un cambio total de persona".
Incluso puede servir para que los vicios obtenidos por los practicantes en un pasado puedan ser olvidados con tal de mejorar cada clase.
"Me ha tocado ver casos de alumnas y alumnos que fuman y han dejado de hacerlo porque su condición física no es buena y con tal de mejorarla, dejan el vicio para obtener mejores resultados", comentó Delia.
Esta disciplina era un poco más complicada, pues conllevaba elementos como el ballet clásico, gimnasia artística, acrobacia, danza contemporánea, música Jazz, clásica entre otras.
