Dentro de los trucos lingüísticos de los priistas para hacer menos duro el hecho de la expropiación de las tierras –particulares y ejidales—en beneficio de empresas extranjeras, se encuentra el cambio repentino de la palabra expropiación por el término “ocupación temporal” de las tierras.
Claro que en el fondo sigue siendo lo mismo; el despojo de tierras a campesinos.
Sobre el tenor, el presidente de la comisión de energía del Senado, David Penchyna, quien se caracteriza desde su paso por la cámara de diputados por su despotismo, criticó la ignorancia de los reporteros y los campesinos que se levantaron en protesta, porque la expropiación de la tierra –les instruyó-- ya está contemplada en la ley desde 1917.
El caso es que el PRI buscó otro término porque la expropiación de tierras, esta vez en beneficio de empresas extranjeras, causó ruido desde la presentación de la propuesta de ley del presidente Enrique Peña Nieto, incluso desde las propias entrañas priistas con la Confederación Nacional Campesina.
Lo que debe saber el senador Penchyna es que si bien desde 1917 se estableció en la carta magna la expropiación de tierras por utilidad nacional, toda vez que los hidrocarburos son propiedad de la nación; las leyes en materia energética que se discuten hoy en el Senado de la República, establecen contrariamente, la expropiación de tierras no para utilidad nacional sino para utilidad y beneficio de empresas extranjeras; que por cierto, no garantizan prosperidad ni para la zona explotada ni para el país.
Por lo que las explicaciones dadas para minimizar el hecho y el reemplazo de Expropiación por “ocupación temporal” no son más que retórica priista para evitar aspavientos sociales; aunque se trate de lo mismo. El propio legislador Penchyna dijo que se buscó una alternativa “menos dura” para llamar a la expropiación.
Los buenos deseos de la CNC
El senador Gerardo Sánchez, presidente de la Confederación Nacional Campesina, no logró convencer de que la ley de hidrocarburos no afectará al sector campesino.
Y es que aunque en su discurso en tribuna durante el debate de las leyes secundarias en materia de energía que se realizan en la cámara alta recurrió a los adjetivos contra quienes han cuestionado las expropiaciones en esta reforma, y los llamó agoreros del desastre; quedó en entredicho su discurso.
Sobre todo cuando aseguró que el campesino no se verá afectado, incluso los más “amolados” podrán ser socios de las empresas que “ocuparan temporalmente sus tierras”; y en general cobrarán una renta, se les pagarán daños y perjuicios que pudieran sufrir, recibirán un porcentaje de los ingresos de la empresa contratista a través de un convenio garante.
Sin embargo, cuando los senadores Adán López y Armando Ríos Piter del PRD preguntaron en qué artículo viene especificado ese Convenio Garante; pues en el dictamen materia de discusión no existía tal; acaso era un deseo de la CNC.
El priista respondió que la Confederación Nacional Campesina ha pedido que se incluya en el dictamen; aunque hasta el momento no se ha incluido. ¿Así o más claro?