La decisión del gobierno mexicano de impedir el transporte de migrantes centroamericanos a bordo del tren de carga "La Bestia", tendrá efectos más perjudiciales en los indocumentados, afirmó el padre José Alejandro Solalinde Guerra.
Esto no impedirá que sigan transitando los indocumentados de Centroamérica por nuestro país, pero sí les hará más difiícil y trágico su traslado al norte, añadió el Premio Nacional de Derechos Humanos.
Recordó que hace unos años se trató de hacer lo mismo y los resultados fueron desastrosos para los migrantes, quienes sufrían todo tipo de daños y peligros al trasladarse por otras vías.
Solalinde visitó Cd. Obregón gracias al esfuerzo coordinado de Amnistía Internacional y la Universidad y el Colegio Vizcaya que lo invitaron a participar como conferenista en un evento académico.
Durante su disertación denominada "Migración y Derechos Humanos", el padre Solalinde antepuso como base de la desigualdad social a la pobreza marginal y la violencia que se sufre en Guatemala, Honduras y el Salvador, principales países "proveedores" de migrantes hacia México en curso hacia los Estados Unidos.
Solalinde denunció que los habitantes de esos países Centro y Sudamericanos comparten de manera sistemática su condición con los migrantes mexicanos, donde las personas, las pobres personas no son gratas, no son bienvenidas al país del llamado sueño americano.
En cambio, el trasiego de grandes cantidades de droga de los países del sur hacia el país del norte sí son bienvenidas; de la misma manera que el tráfico de armamento del norte al sur también es bien recibido, incluso ambas transacciones encuentran caminos abiertos gracias a la complicidad de las autoridades.
Luego de provocar reflexiones en la audiencia, la gran mayoría de ellos jóvenes estudiantes, el Padre Solalinde recibió no sólo baterías de aplausos, sino una gran participación de los escuchas.
Al finalizar la conferencia, la directora del Colegio Vizcaya, Nancy Camacho Rivera, a nombre de Amnistía Internacional y de la misma Universidad, entregó placa-reconocimiento la presbítero originario de Texcoco.