Son primos y crecieron juntos, como “hermanos”, pero la política los separó. Hoy, Ernesto Gándara Camou y Javier Gándara Magaña son los aspirantes a suceder a Guillermo Padrés Elías en la gubernatura de Sonora. Los dos tienen también historias paralelas de corrupción, ineptitud y veleidades con gente de dudosa reputación. La única diferencia es que el primero milita en el PRI y el segundo en el PAN. Y aunque el arranque del proceso electoral de 2015 aún está lejano, los Gándara y sus partidos ya comenzaron a aceitar sus estructuras de campaña con muchos millones de pesos. Ellos le apuestan al gana-gana.
CD. DE MÉXICO.- Las últimas contiendas electorales en Sonora por la gubernatura las han disputado las familias más influyentes del estado. En 2009 se enfrentaron los primos Guillermo Padrés Elías y Alfonso Elías Serrano; ahora los protagonistas son Javier Gándara Magaña y Ernesto Gándara Camou, del PAN y del PRI, respectivamente.
A pesar de que aún faltan meses para el arranque de las campañas de 2015 con miras a renovar el Congreso, las presidencias municipales y la gubernatura en la entidad, los Gándara comenzaron a posicionarse para conquistar el primer cargo político, que hoy encabeza el panista Padrés Elías, quien ha derrochado grandes cantidades de dinero de origen dudoso.
De acuerdo con estimaciones de fuentes políticas sonorenses consultadas por Proceso, Gándara Camou invirtió ya alrededor de 5 millones de dólares para sostener una estructura de campaña en la cual participa un centenar de personas que laboran en 11 oficinas distribuidas en varios municipios, e incluso en territorio estadunidense.
Él es senador por el PRI y si bien pertenece a una de las familias acomodadas de Sonora, dueñas de ranchos y hoteles, desde la administración foxista él ha tenido como fuente principal de ingresos su trabajo como servidor público, lo que difícilmente le alcanza para sostener a un equipo de colaboradores de esa magnitud.
Su primo Gándara Magaña, quien milita en el PAN, también ha derrochado buena cantidad de dinero proveniente de favores que hizo a empresarios jóvenes cuando fue presidente municipal de Hermosillo en el trienio 2009-2012. Su gestión fue un desastre, pues dejó una deuda de mil 698 millones de pesos al ayuntamiento hermosillense, que representa más de 100% respecto a la administración que le antecedió.
Con todo, los primos Gándara están obsesionados por la gubernatura, aun cuando sus partidos todavía no abren la convocatoria para registrar candidato interno. Javier y Ernesto se sienten seguros de que serán los elegidos. Y gane quien gane en los comicios de julio de 2015, saben que sus familias se beneficiarán durante el próximo sexenio.
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