CD. DE MÉXICO.- El pleno del Senado nombró a los 67 magistrados electorales locales, de los 17 estados en que habrá elecciones el próximo año, en un proceso en el que PRI, PAN y PRD se repartieron los cargos.
“Es un acuerdo desvergonzado”, advirtió desde el pleno del Senado el coordinador del PT, Manuel Bartlet. Dijo que se sientan las bases de un fraude electoral en el 2015, ya que priístas, panistas y, en menor medida, los perredistas se repartieron a los jueces, a quiénes van a juzgar las elecciones en los estados de la república durante los próximos años.
Bartlett evidenció que la Junta de Coordinación Política no se reunió para definir los nombramientos, lo que obligó al presidente de ese órgano, el senador del PRI, Emilio Gamboa, a reconocer que fue un acuerdo de las tres principales fuerzas políticas y se recabaron las firmas respectivas.
Otro petista, David Monreal, recalcó que fue una falta de respeto para los más de 400 candidatos que contendieron, ya que aquellos, sin respaldo de algún partido político, quedaron fuera.
La elección de los magistrados locales se retrasó por el caso específico del Distrito Federal, ya que priístas y panistas pretendían también quedarse con el mayor número de cargos, 4 de cinco, a lo que se opuso la bancada del PRD, que argumentó ser la primera fuerza política en la ciudad.
Al final, quedaron dos magistrados propuestos por el PRD: Armando Hernández y Gustavo Anzaldo, uno para el PRI, Gabriela Eugenia del Valle, uno para el PAN, María del Carmen Carreón y un independiente, Eduardo Arana Miraval, al que se ubica al lado del PRI.
En Nuevo León, el PRI propuso a dos consejeros, Gastón Julián Hernández y Manuel Gerardo Ayala y el PAN, uno, Carlos César Isla García.
Igualmente, en Chiapas, dos para el PRI:PVEM –Mauricio Gordilo y Julios César Fernández y uno para el PRD, Miguel Reyes Lacroix.
Los nombramientos se concretaron a toda prisa y se dejó la toma de protesta para el lunes –un día antes de que inicie formalmente el año electoral- ya que priístas y panistas querían salir del recinto de Reforma e Insurgentes antes de que pasara la marcha conmemorativa del 2 de octubre.