HERMOSILLO.- El rancho Pozo Nuevo es propiedad de mis hermanos, no mía, aseguró el gobernador Guillermo Padrés al referirse al emplazamiento que le hizo la Conagua para demoler la presa ubicada en el municipio de Arizpe y la remoción de todas las obras que están sobre el cauce federal arroyo El Manzanar, afluente del río Sonora.
Padrés añadió que sus hermanos apelarán la decisión emitida por la autoridad federal y adelantó que ya construyen un nuevo “bordo”, justo en el espacio donde se ordenó se demoliera toda obra.
“Le agradezco a la Conagua la resolución porque a partir de una investigación ha quedado todo claro y este proceso seguirá en tanto mis hermanos continúan trabajando”, señaló.
Dijo que sus hermanos podrían apelar el resolutivo ante el Tribunal Contencioso Administrativo.
“Hay más de 2 mil represos como estos y ojalá no les hagan lo que le están haciendo a mis hermanos porque los productores luchan mucho para salir adelante y el objetivo de un gobierno es facilitar las acciones para que sigan trabajando”, expuso.
En el rancho “Pozo Nuevo”, ubicado en Bacanuchi, municipio de Arizpe, se construyó una presa gigante, de 120 metros de largo por 80 metros de alto, con una capacidad para almacenar supuestamente 4 millones de metros cúbicos de agua, a fin de irrigar 300 hectáreas de nogal y en perjuicio de 248 habitantes.
Esta propiedad también le atrajo una denuncia penal ante la PGR por enriquecimiento inexplicable, toda vez que en 2009, en coincidencia con el inicio del sexenio padrecista, el rancho tenía un valor de 10 millones de pesos y para 2014, el precio incrementó casi un 900%, al establecerse en 89 millones.