|
La estancia del presidente Enrique Peña Nieto en Cajeme este martes fue un evento pulcro, sin sobresaltos ni sopresas de grupos o personas que protestaran por algo, y con discursos formales de EPN y de la gobernadora Claudia Pavlovich quienes se refirieron a la importancia de las obras carreteras para el desarrollo del país.
No podía ser de otra manera, con un impresionante dispositivo de seguridad que incluyó decenas de policías federales, integrantes del Estado Mayor Presidencial, agentes de la Policía Estatal y un helicóptero de la Policía Federal sobrevolando el área donde se realizaba el evento, en la carretera a Navojoa a la altura del ejido El Henequén.
Al evento sólo pudieron llegar invitados selectos, es decir, personas que difícilmente podrían haber hecho un mutis o un acto de protesta como los ocurridos en otras giras presidenciales.
Incluso la mayoría de la prensa regional estuvo marginada, muchos reporteros no pudieron pasar el cordón de seguridad que puso filtros dos o tres kilómetros alrededor del lugar donde estaban el Presidente de la República, la Gobernadora y funcionarios.
Ni por asomo se oyó la protesta de los opositores al acueducto Indpendencia, mismos que aprovechaban este tipo de visitas del expresidente Calderón para "dar la nota" con pancartas y protestas a gritos. Hoy sólo estuvieron no para alzar su voz contra el acueducto sino para aplaudir como domesticados simpatizantes del régimen
Además la participación del presidente Peña Nieto y de la gobernadora Pavlovich no dio motivos a ningún tipo de controversia pues, como se dijo al principio, sólo hicieron referencia a temas "positivos".
Peña Nieto señaló:
El objetivo del gobierno de la República es sincronizar y armonizar esfuerzos con las entidades federativas para focalizar esfuerzos, a fin de que grandes obras se puedan concretar y materializar en beneficio de la población.
Anunció además que el Foro Económico Mundial informó que México avanzó cuatro posiciones en materia de competitividad con respecto al año pasado.
Sostuvo asimismo que su administración es la que más infraestructura carretera ha entregado en la historia, con más de 17 mil kilómetros construidos o modernizados, además de que se han entregado 176 nuevas autopistas.
Cifras alentadoras, optimistas, pero muy alejadas de la difícil realidad que vive hoy el sur de Sonora.
