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Ubicada en una zona habitacional del Plano Oriente, en la esquina de Allende y Cárdenas, la cartonera es una "pesadilla diaria", afirman vecinos de este negocio.
Desde hace ya varios años se instaló allí este negocio de compra y venta de cartón que se destina al reciclaje, una práctica ecológica que para los vecinos no tiene nada de ecológica o sustentable pues a diario sufren el impacto ambiental o consecuencias de tener cerca de sus casas estee negocio.
De noche y de día, pero sobre todo en las noches, dicen, las ratas merodean en el vecindario, gordas y grandes causan terror de solo verlas. Entran y salen del almacén, su refugio, y se pasean como si nada por las banquetas o asaltan los patios de las casas donde sacian su voracidad roedora.
Luego se pierden en algún hueco donde se reproducen sin que nadie al parecer haga un intento de exterminarlas de manera definitiva.
Los vecinos han puesto su queja ante todas las autoridades sanitarias, Profepa y Dirección de Ecología municipal, pero no sucede nada. Han denunciado la situación en medios informativos, y tampoco pasa algo.
Por más fumigada o control de ratas que se aplique, éstas siguen allí, reproduciéndose y esperando la primera oportunidad para salir al aire libre y acechar su próxima comida.
La cartonera, aseguran los vecinos, es un lugar sucio, propicio no sólo para la preproducción de roedores sino también para otras plagas nocivas.
Y sólo reubicándola a otro lugar dejará de ser una amenaza para el medio ambiente y la salud de las familias que viven en el sector.
Sin embargo ninguna autoridad se aboca con responsabilidad a la solución de este problema. Es como si los dueños de la cartonera tuvieran arreglos con las autoridades, sugiere un vecino.
Cierto o no, lo evidente es que el problema está allí, es un grave riesgo para la salud y el medio ambiente, y nada ni nadie mueve a la cartonera del Plano Oriente.
