Las recientes lluvias han dejado grandes charcos en toda la ciudad, charcos sucios que han permanecido durante varios días y donde la reproducción de moscos es un hecho natural.
También en los canales que atraviesan la ciudad, como el de la calle 300, se puede ver agua sucia donde se reproducen renacuajos y moscos.
Mientras las autoridades de Salud presumen de su campaña contra el dengue, la gente que vive alrededor de esos charcos y canales sólo se atiene a su suerte y a la protección divina para no ser infectados por el mosco del dengue, zika y chikunguya.