La protesta creció, los gritos, la indignación, las consignas y las frases de rechazo coreadas por personas de todas las edades, de todas las clases sociales, cajemenses que se sumaron con alegría a la marcha del "No al Gasolinazo" celebrada este domingo 22 de enero.
Con mucho se superó el número de participantes de la semana anterior, ahora fueron alrededor de 4 mil 500 personas.
La manifestación fue enérgica, duros los reclamos, pero el ánimo colectivo no era de confrontación sino más bien de fiesta, una alegría compartida por saberse solidarios y unidos en una lucha justa, en el "¡Ya basta!" contra tanta injusticia, tanta corrupción y demagogia, contra todo aquello que hoy ha sumido a México en uno de los períodos más difíciles de su historia reciente.
Así fue el ánimo colectivo que empezó a tomar forma a las 9:00 de la mañana en el exterior del Teatro del Itson donde poco a poco fueron llegando los participantes, unos en pequeños grupos, otros en lo individual, todos de buen ánimo, los amigos se saludaban, los que hacían fila detrás de una mesa para firmar su reclamo, la regidora cargando una bandera mexicana, el hombre del altavoz que arengaba a los recién llegados, los sindicalistas del Itson, los tirabichis desplazados por Tec Med, los maestros de las CNTE, yaquis de la Loma de Bácum y, con sus máquinas imponentes, los transportistas.
Y los "facebookeros" subiendo fotos y videos, transmitiendo en vivo su testimonio para compartirlo con los contactos esparcidos en toda la red. Algunos narran con la facilidad de reporteros experimentados.
Así partieron desde la calle 200 y enfilaron por la 5 de Febrero hasta la plaza "Álvaro Obregón". En el trayecto fueron coreando frases contra la clase política y sus dos figuras centrales, el presidente Enrique Peña Nieto y la gobernadora Claudia Pavlovich, críticas a la política económica, a las reformas estructurales y a la corrupción de los gobernantes.
Así llegaron a la plaza y se dividieron en dos grupos, uno conformado principalmente por maestros y que se apotó frente a Palacio Municipal. El otro, encabezado por los organizadores de la marcha, se plantó hacia el lado poniente de la plaza, junto a la calle Sonora, y allí entonaron el himno nacional y desfilaron por un improvisado templete los oradores que reiteraron los motivos y los propósitos de esta marcha que muchos no dudaron en considerar histórica por la reacción de una sociedad que se creía indiferente a este tipo de reclamos populares.
La protesta creció y ahora nadie la detiene, dijeron.