Desde los años 90 los estadounidenses están muriendo a un ritmo más rápido y más jóvenes.
Lo que está matando a los blancos de mediana edad estadounidenses son lo que los autores de tres estudios recientes denominan "las enfermedades de la desesperanza": alcoholismo, drogas y suicidio.
Y un dato más: entre menos educación en este grupo, más muertes.
Las muertes por overdosis entre los estadounidenses de 45 a 64 años se multiplicaron entre 1990 y 2010 por 11
De los que prueban heroína por primera vez, casi el 90% son blancos
Un estudio de CDC Vital Signs encontró que la intoxicación por alcohol mata a más de 2.200 estadounidenses al año
De ellos, los adultos de entre 35 a 64 años eran el 75%
Un estudio de 2012 de Health Affairs encontró que las mujeres blancas que no se gradúan del colegio viven en promedio 5 años menos que sus madres
Aunque los expertos en Estados Unidos advierten que se deben tomar las cifras con cautela, ya que los números pueden cambiar drásticamente el próximo año, muchos están inquietos.
Una de las explicaciones que los investigadores presentan son las dificultades financieras.
Los trabajos en los campos que tradicionalmente empleaban a personas sin títulos universitarios, como los empleos en construcción o la manufactura, se han ido evaporando rápidamente.
Sin empleos, posiblemente les hagan falta las redes sociales y la motivación que, como otros estudios han encontrado, pueden reducir la tasa de mortalidad.
Por otro lado, un estudio publicado en octubre de 2016 lleva un título que da una idea de sus conclusiones: "Vidas más cortas en los estados más tacaños: las deficiencias de la política social ayudan a explicar la desventaja de mortalidad de EE.UU.".
Los autores, Jason Beckfielda, del departamento de Sociología de Harvard, y Clare Bambrab, del Centro para la investigación de la Salud y la Desigualdad de la Universidad de Durham, en Reino Unido, indican que los estadounidenses podrían vivir casi 4 años más si EE.UU. contara con una red de seguridad social tan generosa como la de los países europeos.
Y no son los únicos estudios recientes que han concluido que a nivel nacional, un mejor acceso a la atención médica mejoraría la expectativa de vida.
Sin embargo, es posible que en unos pocos días el plan conocido como Obamacare sea anulado, lo que significaría que millones de estadounidenses podrían perder su seguro de salud.
Quizás el presidente electo Donald Trump y su equipo tienen una idea mejor para garantizar el bienestar de los ciudadanos de esa potencia global.