CD DE MÉXICO.- Cuando Alma Rosa Siller Contreras llegó a la primera ventanilla del Consulado de Estados Unidos en Hermosillo, Sonora, con el sobre manila en la mano, la decisión de regresar su visa no tenía retorno. Desde un día antes; tenía listo ese sobre sellado, con una carta, la visa láser, una copia de ésta y de su licencia y una identificación oficial.
La mujer de 60 años de edad, originaria de Hermosillo, tuvo visa para cruzar a territorio anglosajón desde que nació. Para ella, el documento no era un privilegio sino algo que daba por sentado. Su madre, desde que tiene memoria, la llevaba de compras a Nogales, Arizona; y el número de veces que cruzó la frontera son innumerables, recuerda.
Las entidades de Sonora y Arizona, para Alma Rosa, eran un mismo territorio. Allá, del otro lado, tiene parientes. Hay una historia familiar, sus afectos y costumbres. Pero cuando escuchó a Donald Trump, entonces candidato a la Presidencia de Estados Unidos, lanzar mensajes de odio en contra de México y los mexicanos a mediados de 2016, le dijo a su esposo: “Si gana ese hombre, yo no vuelvo a Estados Unidos. Voy a regresar la visa”. Y así fue.
El lunes 30 de enero se levantó temprano, tomó el sobre cerrado, subió a su vehículo y condujo hasta el centro de la ciudad de Hermosillo, donde se ubica el Consulado estadounidense. Su objetivo: regresarles a los estadounidenses el documento por el que muchos mexicanos hacen largas filas, contestan preguntas y sortean varios filtros. Fue su forma de protestar contra el nuevo Presidente de EU. Así se lo hizo saber a los agentes consulares, que incrédulos, la hicieron hablar con varias personas, antes de aceptarle la visa de regreso.
“Vengo a regresarla en protesta contra tu Presidente”, les dijo.
Desde entonces, este hecho insólito le ha generado la atención constante de la gente que la rodea, y de medios de todas partes.
–Señora, ¿fue difícil tomar la decisión de regresar su visa?
Sinceramente la decisión, en grado de dificultad del 1 al 10, es un punto cinco. Lo difícil fue ir y encontrar estacionamiento. Yo pensaba y juraba que me iban a decir: “¡Ah!, échelo en ese buzón, por favor, el sobre”. Yo pensaba que así iba a ser. Pero resulta que desde que llegué a la primer ventanilla fue sorpresa, tras sorpresa. Y ahorita, pues, estoy sorprendida desde el lunes en la tarde que dije: “¿Qué pasó?”
Alma Rosa cuenta que una de sus primas le pidió autorización para publicar su carta en Facebook. Y ella aceptó.
No sabes la cantidad de llamadas. Yo les digo que no fue difícil, fue tan sencillo, fue decir: ‘Ah nos están atacando, pues toma el único vínculo que tengo contigo, es éste, y no lo quiero”, dice.
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http://www.sinembargo.mx/08-02-2017/3147140