Muy poco duró la austeridad que presumió la clase política al verse acorralada por el movimiento social del No al Gasolinazo.
Las iniciativas para reducir el subsidio a los partidos políticos, la renuncia de funcionarios a una parte de sus sueldos o a ciertas prestaciones (como los vales de gasolina), fueron sólo un circo armado para impresionar a la sociedad harta de la voracidad y el derroche de partidos y funcionarios que viven del erario.
La lucha electoral que tendrá escenario este año en cuatro estados, exhibe de nuevo con toda su crudeza el apetito voraz, insaciable, de esa clase política que no tiene reparos en dilapidar miles de millones de pesos en la competencia por el voto ciudadano, mientras la pobreza sigue deteriorando el tejido social del país.
Un estudio de la consultoría Integralia reveló que en 2017 la democracia costará a los mexicanos 29 mil 525 millones de pesos.
Los cuatro estados donde habrá elecciones gastarán 4 mil 28 millones de pesos.
El Estado de México gastará 2 mil 368 millones de pesos; Coahuila, 402 millones; Nayarit, 180 millones de pesos; y Veracruz –donde solo se elegirá a los nuevos ayuntamientos-, mil 76 millones.
Este gasto comprende el presupuesto de los órganos electorales locales; los tribunales electorales de esos estados; y el financiamiento público a los partidos políticos. El costo promedio por elector será 203 pesos.
Cuando no hay elecciones, además de los 4 mil 200 millones de pesos que reciben por parte del INE, los partidos reciben otros 2 mil 500 millones de pesos de los institutos electorales locales.
En ese cálculo solo está incluido el dinero oficial; pues faltaría agregarle las donaciones de privados y todo el dinero que se mete en las campañas de forma irregular. La cifra real aumenta millones más.
En Sonora, el Instituto Estatal Electoral recibirá 360 mdp en el 2017, año en el que no habrá elecciones.
A los partidos políticos en Sonora se les destinará la cantidad de 95 millones 412 mil 026 pesos, repartidos entre el PAN (casi 32 millones de pesos), PRI (casi 31 mdp), PRD (7 y medio mdp), Nueva Alianza (8 mdp), Movimiento Ciudadano (7 millones 600 mil pesos) y Morena (6 millones 800 mil).
La danza de los miles de millones que cuesta nuestra democracia seguirá en activo éste y el año próximo cuando menos, mientras proyectos de infraestructura, de salud, educación y cultura se verán limitados por la crisis financiera del gobierno federal.
La respuesta social, cohesionada a través del No al Gasoinazo, tiene elementos para transformarse en una protesta masiva contra el despilfarro hiriente, insultante, de partidos, funcionarios públicos electos y de gobierno, candidatos y otros acompañantes de a clase política mexicana.